
La oferta de viviendas con encanto crece en O Morrazo con la llegada de turistas nacionales y extranjeros ya en primavera. «Tengo reservados los meses de julio y agosto», advierten propietarios
02 mar 2024 . Actualizado a las 00:38 h.Que las Rías Baixas se están convirtiendo en un destino refugio para el turista nacional que huye de las altísimas temperaturas del Mediterráneo es un hecho. O Val Miñor o Sanxenxo ya son alternativas consolidadas y ahora es la península do Morrazo, y concretamente la ría de Aldán, la que despunta en esta materia. Así se desprende de los resultados de la mayor plataforma de alquiler turístico, Airbnb, que cada año amplía su catálogo de viviendas disponibles, y de las experiencias de sus propietarios. «Los meses de julio y agosto ya los tengo reservados para clientes fijos, pero es interesante lo que está ocurriendo en mayo, junio o septiembre. Cada vez recibo más clientes», explica Prisilla Regueiro, responsable de Prishomes. Es un reflejo de lo que responden muchos de sus colegas.
A ojos del sector, O Morrazo aún es un destino por explotar. Situado en plena área de influencia del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, sus playas las baña la que probablemente sea el agua más cristalina de Galicia. A su favor tiene que todavía no es una zona masificada y los alquileres son algo más comedidos que en otros lugares, como Nigrán o Baiona. Conocedores de la oportunidad que tienen en sus manos, unos 130 particulares ya ofrecen sus viviendas espaciosas. Durante la primavera, piden entre 200 y 800 euros por noche.

Prisilla tiene en alquiler una propiedad que cuesta entre 350 y 500 euros la noche, en función de la temporada. El precio cobra más sentido al tener en cuenta que la vivienda puede albergar hasta doce personas. Se trata de una antigua piscifactoría que han transformado en una vivienda con sobrado encanto «entre Areabrava y una cala recóndita», describe. Su nombre es A Factoría Beach House Cangas. La casa, de color blanco y amplios ventanales con vistas a la ría de Aldán, mide 100 metros cuadrados y está rodeada por un amplio jardín de 300 metros. Consta de tres dormitorios y dos baños y sus anfitriones prometen encontrar aquí «un remanso de paz». «Cada vez llegan más turistas extranjeros», puntualiza la propietaria para explicar que el tirón nacional ya está consolidado.
Justo enfrente, entre Areacova y Francón, se ofrece el alquiler más caro de Aldán: entre 500 y 700 euros por noche. Se trata de otra villa chic, situada en Espiñeira, a escasos minutos andando del mar y con piscina privada. Dispone de espacio para nueve viajeros en tres habitaciones y también en este caso han apurado su alquiler en temporada alta. A estas alturas, solo queda disponibilidad para hospedarse una semana de julio y otras dos semanas hacia finales de agosto.

Cabo Udra, en un extremo de la ensenada de Aldán, ya en el municipio de Bueu, acoge un proyecto hotelero diseñado para «quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza», como expone su anfitriona Rosa Ana. Se trata de Cabanas Cabo Udra, cuatro viviendas que parece que flotan sobre la montaña, tienen vistas al mar y están bautizadas en honor a las playas del entorno: Tuia, Cornide, Mourisca y Ancoradouro. De cuidado diseño, su fachada de madera se mimetiza con la naturaleza y están pensadas para dos huéspedes. Cuentan con bañera de hidromasaje y por los ventanales se aprecia la ría de Pontevedra. El precio por noche en primavera ronda los 210 euros.

Dos arquitectos canadienses que viven en Londres también han echado raíces en la zona. En Hío, Dominique oferta un alojamiento entero por menos de 100 euros por noche durante la primavera y algo más caro hacia la temporada alta. En su caso, el interés que ha despertado la península de O Morrazo en el sector turístico resulta muy evidente: ya está alquilada en julio, agosto y prácticamente todo septiembre. «Se trata de una zona con mucho potencial, además de hermosa y natural», aseguraba ayer el anfitrión.

Únete a nuestro canal de WhatsApp
Se ubica en Donón, a un tiro de Cabo Home, donde se ven de cerca las Cíes y Ons. «Goza de una ubicación apartada y tranquila, en medio de viñedos y pinares y a muy poca distancia de la espectacular playa de Barra», describe sobre una propiedad que tiene espacio para ocho huéspedes y dispone de piscina. Consciente de que cada vez está más demandado, el propietario destaca el acceso al aire libre y la intimidad del entorno.