La plantilla de Soling da por hecho que Fogasa asumirá los retrasos
13 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Los trabajadores de Soling Instalaciones SL, a los que despidieron con un simple wasap el pasado febrero, dan por hecho que la nueva dirección de la compañía —representada por un empresario venezolano con el que no mantienen contacto— no retribuirá sus nóminas pendientes (enero y febrero) y que será el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) quien asuma la indemnización. Lamentan haber llegado a esta situación, pero algunos de ellos necesitan resolver ávidamente este embrollo laboral «e procurar unha nova ocupación», explica Xulio Fernández, secretario de Industria de la CIG.
La plantilla de 70 empleados (algo más de 40 trabajando en Vigo) planea reunirse hoy con los abogados para conocer la cantidad que deben reclamar a Soling «e presentar a demanda por despido improcedente». Solicitarán el pago de dos mensualidades, además de la indemnización que les corresponde por la suspensión de su contrato.
Los trabajadores necesitan demostrar ante el Fogasa la situación de insolvencia de la empresa y la resolución judicial correspondiente. Inspección de Trabajo ya ha revisado el caso de esta auxiliar naval porque su nuevo propietario, Yakov Villasmil, decidió anunciar el inicio de un ERE a través de un mensaje de wasap el pasado 25 de febrero (también dejó un papel en la fachada de las instalaciones) y desde entonces, sin ningún cara a cara y complicando cualquier negociación de las indemnizaciones. El informe realizado por Trabajo concluye «el cierre o desaparición» de Soling porque «la empresa ha roto la comunicación con los empleados» y tampoco el despacho de abogados de Sabadell Betalegal (con el que se les indicó que contactasen a los trabajadores para abordar el ERE) «responde a los trabajadores ni a sus representantes».
Inspección de Trabajo también concluye que el ERE que anunció la auxiliar naval no se había iniciado en la fecha de emisión de su informe, el 5 de marzo. Habían pasado diez días desde su comunicación. El despacho catalán tan solo pudo entregar a Trabajo el «justificante de presentación ante el juzgado de lo mercantil 3 de Vigo de procedimiento de comunicaciones con los acreedores». Lo hizo el 29 de enero, antes de que la plantilla conociese la venta de la empresa.