Roi Rodríguez: «La medalla llega tras un año extraño en el que no era capaz de rendir»

M. V. F. VIGO / LA VOZ

VIGO

FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE PIRAGÜISMO

El palista pudo pasar página con apoyo psicológico y recuperar su nivel; también le ha ayudado compaginar el deporte con la ingeniería informática

18 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El tomiñés Roi Rodríguez (1994) se ha reencontrado con su mejor versión. Tras un mal año en el que las cosas no le salían y recurrió al apoyo psicológico, ha vuelto a subir al podio en una cita internacional, el Europeo de Szeged, en el que conquistó el bronce en K4 junto a Pedro Vázquez, del Kayak Tudense; Íñigo Peña y Álex Graneri. Las buenas sensaciones han vuelto justo cuando ha compagina deporte y su trabajo como ingeniero informático.

—¿Qué sensación le deja este campeonato?

—Aparte de la medalla, volví a competir en K1 a nivel internacional tres años después y estoy recuperando sensaciones. El año pasado fue flojillo, no participé en ninguna prueba internacional y estoy contento de volver poquito a poco, con varias competiciones, estando en finales y consiguiendo este podio.

—¿Qué le ocurrió en el 2023?

—Fue un año extraño. No fui capaz de dar mi mejor nivel entrenando, me costaba mucho y no pude rendir. Son cosas que pasan en el deporte, es complicado estar siempre dando el callo. Estoy contento de haber podido pasar página, me siento más tranquilo, con nuevos objetivos y sintiendo que estamos aquí de nuevo.

—¿Cómo se sintió en cada una de las pruebas?

—En K1 1.000 metros, el primer día, era donde más nivel había. Fue una pena no haber entrado en la final; estuve cerca en la semifinal, pero todavía queda trabajo, así que estoy contento. En K1 500, fue más competido, entré en la final y estuve a medio segundo de la medalla, que fue la distancia entre el segundo y mi posición, sexto; me sentí competitivo a pesar de no subir a podio. Y en K4 1.000 entrenamos poquito, pero tres de los compañeros habíamos competido juntos en europeos hace dos años y aunque fue una prueba dura, conseguimos sacar ese bronce.

—¿Iba con expectativa de conseguir esa medalla?

—La idea era intentar defender el subcampeonato del mundo o mejorarlo, pero el nivel en un Europeo es alto y siempre hay un montón de países que pueden apretar. Sabíamos que tendríamos posibilidad de medalla, pero hasta que llegas y compites, no hay nada seguro.

—¿Sale reforzado tras esa etapa complicada?

—Sí, con más ganas para seguir entrenando y volver al nivel de hace dos o tres años, cuando conseguí mi máximo nivel.

—¿Se planteó la retirada?

—Sí. Cuando no salen las cosas, pierdes la motivación, pero empecé a compaginar el deporte con el trabajo y me vino bien. Te da una seguridad económica para no depender del deporte solamente para vivir y creo que fue un punto a favor.

—¿Sentía presión al tratar de vivir solo del deporte?

—Sí. Trabajé con un psicólogo para ver qué fallaba o el porqué de la desmotivación. Quise buscar la razón de por qué no salían las cosas y me ayudó a seguir.

—¿Encontró la razón?

—No exactamente, pero sí que pude pasar página, sucedió y ya está. Lo importante es que ahora me siento mejor en la piragua y trabajo para seguir mejorando, sabiendo que puedo.

—¿Cómo lleva compaginar el piragüismo y su trabajo de ingeniero informático?

—Tuve la oportunidad de un contrato en una empresa de desarrollo de aplicaciones y lo bueno de mi área es que es muy fácil teletrabajar, así que me ofrece flexibilidad. Organizo las horas para poder adaptarme, los huecos libres y tengo la agenda completa, pero me gusta y me ayuda a despejar la cabeza, que es importante. Te exige más tiempo y energía, pero el balance es estupendo.

—¿Qué significado tiene la medalla de cara al futuro?

—Es una motivación más para seguir otro año. Noto que me voy haciendo mayor, ya no soy de los más jóvenes del equipo y se va acabando, pero creo que todavía queda Roi para rato.

—¿Fue una decepción no estar en los Juegos?

—Siempre es un poquito de chasco, pero al no haber estado el año pasado a un nivel alto, era difícil. Nunca tiré la toalla, tenía la motivación de clasificar, pero notaba que me faltaba un punto. Tenemos un Mundial en agosto y ahora pienso en la prueba que me queda para clasificarme.