Detectadas desde la incursión de un vehículo, a la presencia de bolas de golf en el pavimento, un rayo, animales terrestres en la zona aérea o roturas en el vallado
14 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un aeropuerto conforma un ecosistema complejo siempre sujeto a imprevistos, a pesar de los filtros de control y procedimientos reglados que guían todas las operaciones que se realizan en su perímetro e inmediaciones. El de Vigo no es ajeno a las sorpresas y de hecho entre febrero y el final de junio, con el cierre de la pista durante casi todo el mes de mayo de por medio, Peinador ha sufrido 124 situaciones calificados como incidentes y accidentes.
La ubicación del aeropuerto del sur de Galicia favorece que la meteorología sea la primera fuente de problemas en la terminal aérea. Fuentes aeroportuarias consultadas indican que hasta 25 incidentes que obligaron a desviar vuelos o frustrar sus aterrizajes se registraron desde el 1 de febrero. Hasta un rayo llegó a condicionar la operatividad de Peinador al caer sobre una aeronave de Air Europa que se vio obligada a retrasar su ruta a Madrid más de siete horas para comprobar que todos sus sistemas funcionaban a la perfección. El viento cruzado en la pista (denominado como cizalladura) complicó el aterrizaje de cinco aviones también en los en los cuatro meses operativos citados.
Incidentes por animales
Riesgos generados por la presencia de animales suman otros 23 incidentes en el aeropuerto vigués. Los testimonios requeridos explican que a mayores, en hasta ocho oportunidades se han certificado colisiones de aviones con aves o murciélagos dentro del recinto aeroportuario. En otras nueve saltaron las alarmas por la presencia de fauna aérea en la zona de vuelo e inmediaciones y en cuatro más al ser detectados animales terrestres en la misma área aeroportuaria. En estos últimos casos la presencia de fauna fue vinculada a la rotura de la valla perimetral de Peinador, hechos que se llegaron a producir por el robo del cierre metálico en varias zonas. Las sustracciones se hicieron extensivas también a otro tipo de material como vigas de aluminio, y maquinaria de obra en las intervenciones que se siguen realizando tras el saneamiento y renovación al que fue sometida la pista.
En quince jornadas fueron encontradas sobre el asfalto por el que circulan los aviones diversos objetos, los calificados como FOD, que la Organización de Aviación Civil Internacional estima que pueden representar un peligro para las operaciones de las aeronaves. Cuatro de estos objetos eran restos de animales, que pudieron haber impactado contra los aviones o absorbido sus motores. En otras once se detectaron desde bolas de golf procedentes del campo contiguo del Aeroclub, a todo tipo de materiales de obra, como botes de pintura y aceite, alicates o herramientas, según relatan las fuentes aeroportuarias consultadas conocedoras de las incidencias acumuladas en Peinador.
En una de esas ocasiones también saltó la alarma por la presencia de líquido hidráulico sobre el firme, como lo hizo además por los efectos causados por un motor a pleno rendimiento durante la prueba a la que fue sometida una aeronave de Vueling que había sufrido una avería previa.
Capítulo especialmente sensible lo constituyen las incursiones detectadas en la pista del aeropuerto vigués. Según se ha registrado, uno de los conocidos como «vehículos sígame» se adentró el mes pasado en la pista sin estar autorizado para dicha maniobra, interfiriendo en la actividad aérea. Un avión y otro equipo técnico también interrumpieron la operatividad de sendas aeronaves este año.
Fuegos artificiales y un dron activaron las alarmas en Peinador, que suma fuego en un avión
Los momentos más delicados en la operatividad aérea, los aterrizajes y despegues, también se han visto salpicados este año en el aeropuerto de Vigo por incidentes. En dos ocasiones sucesos vinculados a reflejos lumínicos y presencia de objetos voladores condicionaron sendas operaciones en Peinador, según refieren las fuentes consultadas. En concreto, el lanzamiento de fuegos artificiales en espacios próximos al aeropuerto y para los que es necesaria una autorización previa, alteraron el normal funcionamiento de la terminal del sur de Galicia; al igual que ocurrió con la presencia de un dron sobrevolando la zona, también sin permiso.
Una de las situaciones más repetidas este año ha sido la de aterrizajes frustrados y aceleración de las aeronaves para volver al aire ante cualquier tipo de problemas en la toma de tierra. Hasta en veinte ocasiones el aterrizaje tuvo que ser suspendido en el último momento, número en todo caso, señalan, muy parecido al de años anteriores.
Capítulo específico requieren los incidentes provocados por averías o desperfectos. Como ocurrió el año pasado, cuando un avión de Ryanair arrugó el asfalto al dirigirse a la terminal en medio de la pista y fuera de la plataforma habilitada para que los aviones giren al final de la calle, otra aeronave incumplió esa instrucción de rodaje, a mayores de otros cinco incumplimientos de ordenes. Fallos en iluminación, radioayudas, comunicaciones, arquetas abiertas, canaletas rotas y en las pasarelas de pasajeros dieron lugar a 21 incidentes más, coronados con el incendio en el motor de una aeronave.