La empresa de un vigués diseña y fabrica las mochilas de los Juegos Olímpicos

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

Alejandro Crespo y Rodrigo Bernárdez, fundadores de la «startup» Pilatus.
Alejandro Crespo y Rodrigo Bernárdez, fundadores de la «startup» Pilatus. PILATUS

La «startup» Pilatus fue escogida para producir las bolsas y las botellas de tres patrocinadores del evento multideportivo internacional que arranca en París

26 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

No llevan demasiados años de escalada pero podría decirse que ya se asoman a lo más alto. Pilatus, la empresa que fundaron el vigués Rodrigo Bernárdez y el madrileño Alejandro Crespo, es la seleccionada para diseñar y fabricar las mochilas de las gigantescas compañías patrocinadoras de los Juegos Olímpicos de París 2024. Una auténtica aventura empresarial en la que tampoco les ha sobrado el tiempo porque fue en marzo cuando les comunicaron que su joven startup —de nueve trabajadores— había resultado elegida tras un exigente proceso en el que también concurrieron dos marcas estadounidenses de referencia en el ámbito del textil deportivo. Desprenden alegría porque, claro, a qué empresa no le gustaría sellar su marca en las Olimpiadas, «pero han sido meses de muy intenso trabajo», confiesa el gallego.

El camino recorrido hasta recibir la propuesta para participar en el evento multideportivo internacional que arranca hoy en la capital francesa no ha sido del todo fácil. En plena pandemia, cuando las cosas se complicaron, discurrieron un modelo de negocio centrado en la fabricación de complementos como mochilas, fundas de ordenador o tarjeteros para empresas. Lo llaman un «regalo corporativo de otro nivel», en referencia a su calidad, y fue así como Pilatus empezó a amarrar contratos de compañías de la talla de Iberdrola, EY, Telefónica, Red Bull o Walt Disney. Gracias a este bagaje «y a una publicación que hicimos en Linkedin mostrando nuestro trabajo», recuerda Rodrigo Bernárdez, «la máxima responsable de la agencia londinense encargada de gestionar el merchandising de los Olímpicos se puso en contacto con nosotros y nos propuso el reto de hacer las mochilas de los Juegos». «Una locura», apostilla agradecido.

Pilatus, además de su compromiso por lanzar al mercado productos más duraderos y fabricados a base de materiales reciclados o menos contaminantes, «posiblemente haya destacado entre las otras dos compañías con las que competíamos porque, al ser una firma más pequeña, hemos podido ofrecer un diseño altamente personalizado para cada uno de los patrocinadores y para un evento como este», explica el fundador vigués. Todavía se frotan los ojos para despertar del sueño. El contrato es de 3.000 mochilas para dos de los espónsores y 10.000 botellas para otro.

Las bolsas están hechas con poliéster reciclado «y, por encima, TPU, que es como un forro engomado para su aspecto visual y su diseño». Los colores combinan el negro con el azul celeste y uno más eléctrico. La oportunidad le ha servido a Pilatus para situar su propia marca junto a la de los patrocinadores así como incluir en las etiquetas un código QR que redirige a la página web de la startup. Qué mejor escaparate internacional que los Juegos Olímpicos. «La experiencia nos ha servido para profesionalizar porque el desarrollo de los diseños ha implicado grandes esfuerzos, muchos ensayos, viajes a París, a las fábricas... Por ejemplo, hemos tenido que readaptar la producción porque en los estadios solo se puede acceder con una mochila con capacidad máxima de 25 litros».

Juventud

Hay un tercer aspecto que puede ser que haya convencido a la agencia británica que gestiona la promoción comercial de los Juegos. La plantilla, aunque corta, es muy joven, «de entre 24 y 30 años». Así que su elección significa brindar oportunidades a quienes están arrancando. «Este año incorporaremos a otra persona y ya seremos diez», cuentan. Con el contrato de los Juegos Olímpicos, estiman que su facturación alcanzará el millón y medio de euros.

Una «startup» que nació en un macizo montañoso de Suiza

El monte Pilatus es un macizo montañoso en Lucerna (Suiza) que Bernárdez y Crespo visitaron durante su erasmus. «Cuando volvimos a casa, vimos las fotografías que nos habíamos hecho ese día. El sitio es espectacular. Yo llevaba una funda de ordenador que me había hecho mi abuela a mano y ambos pensamos que un negocio con este tipo de complementos tendría mucho potencial». Era 2016 «y entonces en Alemania ya estaban muy concienciados con la necesidad de mejorar el cuidado del planeta, de ahí que naciéramos como una firma con vocación por la sostenibilidad». Su visita a los Prealpes suizos aquel día incluso les dio el nombre del proyecto: Pilatus. El logotipo honra a la cordillera.