Los trabajadores de Vitrasa amenazan con nuevas movilizaciones al inicio del curso escolar
VIGO
Dan un ultimátum a la empresa para aprobar un nuevo convenio con mayores subidas salariales
06 ago 2024 . Actualizado a las 14:31 h.Los trabajadores de la compañía Vitrasa, concesionaria del transporte urbano en Vigo, amenazan con nuevas movilizaciones coincidiendo con el inicio del curso escolar. Han parado la huelga cinco meses para negociar un nuevo convenio y no han llegado a ningún acuerdo con la empresa. El grupo Avanza ha convocado una nueva reunión con el comité día 27. «Convocaremos una asamblea de trabajadores donde se plantearan, en caso de no llegar a acuerdos, el inicio de nuevas movilizaciones coincidiendo con el nuevo curso», dice el comité.
El pasado 11 de marzo, el comité de empresa y la dirección de Vitrasa llegaron a un acuerdo que permitía paralizar los 108 días de huelga y retomar las negociaciones de un convenio caducado a finales del año 2020. Vitrasa, aludiendo una reducción de su capacidad económica debida a la pérdida de viajeros, se negó a llegar a acuerdos que permitieran renovar el convenio e incluso llegó a plantear una inaplicación del mismo, lo que supondría rebajar el salario de los trabajadores en un 30 %.
Todo esto hizo que la plantilla de Vitrasa comenzara una huelga el 25 de noviembre que finalizó el 11 de marzo. Tras 5 meses de negociación, una compensación ya recibida de casi 6 millones de euros y el nuevo reequilibrio de más de 12 millones anunciado desde hace meses por el alcalde de Vigo y que el pasado mes de julio ya se incluyó en las cuentas del Concello, Vitrasa continua negándose a llegar a acuerdos que permitan actualizar el caducado convenio colectivo.
«En resumidas cuentas con una inyección de 18 millones de euros del Ayuntamiento de Vigo, Vitrasa dice que necesita más dinero para asumir una negociación con sus trabajadores», señala el presidente del comité de empresa, Imanol Arnoso.
Asegura que «durante este período de paz social la postura de Vitrasa ha sido inmovilista y totalmente contraria a la negociación, pretendiendo mantener una pérdida del poder adquisitivo a sus trabajadores de más del 14% y eludir las mejoras sociales reivindicadas por la plantilla.