Miriam Rodríguez y Chucho González son Le BarLuthier. Con otros dos artistas cantan y tocan alrededor del instrumento mientras sirven copas
07 oct 2024 . Actualizado a las 18:36 h.Un piano convertido en una barra de bar y cuatro artistas a su alrededor. Este espectáculo en directo llamado Le BarLuthier nació en Vigo en el año 2018 y fue, como dicen sus protagonistas, «de casualidad». Miriam Rodríguez, Chucho González, Carlos Gil y Brais Iriarte son los protagonistas de esta representación que consigue que los artistas y el público se unan con música y copas.
Miriam y Chucho estaba viendo una película llamada La leyenda del pianista en el océano. En una escena en la que se produce un tormenta, el protagonista suelta los frenos de un piano de cola del salón del barco y su compañero se sirve una copa. Esas dos imágenes en las que el movimiento, la música y la bebida se hicieron uno, consiguieron que Chucho verbalizara: «¿Y si la cola fuera una barra de bar?». Fue así como nació el proyecto Le BarLuthier. Los cuatro miembros de esta banda, que ya se conocían antes de que naciera esta idea por sus diferentes trabajos como artistas, no se lo pensaron a la hora de llevarla a la realidad.
Chucho construyó dos pianos y en estos momentos está fabricando el tercero. «Nunca antes había construido nada, pero lo disfruto muchísimo», cuenta el percusionista.
Durante dos meses, la pareja vivió entre maderas. Al mismo tiempo, los cuatro se preparaban para ofrecer no solo música en directo, sino todo un número que les permitiera tocar, al mismo tiempo que Miriam canta, sirve copas e interactúa con los espectadores.
Fue en marzo del año 2019 cuando dieron su primera función. Ese año vivieron su bum, dando más de cuarenta y cinco conciertos. «El inicio fue una locura, las cosas nos fueron muy bien», cuenta Miriam.
Sin embargo, sufrieron un revés durante el confinamiento del 2020 que se sumó al hecho de no poder ofrecer su número. «Al tercer día de estar encerrados, una empresa nos puso un requerimiento sobre la idea del piano bar y durante bastante tiempo no podíamos actuar ni hacer referencia en redes a nuestra proyecto», explica la artista.
Pero, como dice el proverbio chino, «una crisis es una oportunidad». Así nació La Luthería. Este espacio comenzó con un pódcast llamado Por amor al arte, en el que Miriam entrevistaba a artistas y gente de la industria, para visibilizar cómo afectaba la pandemia al mundo de la cultura. La idea era seguir vinculado su piano bar, aunque no lo pudieran nombrar directamente, y conseguir que la gente no se olvidara de ellos. Sin embargo, el proyecto fue evolucionando hacia lo que es en la actualidad. La Luthería se ha convertido en un espacio de dignificación cultural.
El local en el que ensayan es también donde guardan los instrumentos y donde se sitúa el taller de carpintería de los pianos. Ese «lugar clandestino», al que gracias a Chucho no le falta ningún detalle decorativo, sirve hoy en día como sede de la de La Luthería. Es ahí donde otros artistas puedan grabar videoclips, tocar instrumentos o hacer presentaciones y eventos de sus proyectos. «Construí también una cabina porque hago doblajes para empresas de videojuegos».
Tras el parón del pianobar, finalmente, ganaron el litigio y volvieron a los escenarios, para cubrir eventos, inauguraciones y otros actos. Su vuelta los colocó, por ejemplo, como los escogidos por el local 20th Century Rock de Vigo para su reapertura tras la crisis del covid. La banda ha trabajado con marcas como Hijos de Rivera. Así, fueron los encargados de animar la presentación del vermú de la empresa gallega en la capital.
«A pesar del parón, los siguientes veranos trabajamos bastante, pero el año pasado tuvimos un bajón importante», explica Miriam. «Con el éxito del principio, pienso que nos acomodamos un poco y no trabajamos tanto en el proyecto», cuenta Chucho.
Esto llevó a que definan el verano del 2023 como «el peor desde que empezamos». Sin embargo, este traspié consiguió que el 2024 esté siendo un año muy fructífero. «Hemos actuado por toda Galicia, pero también en Portugal, Zamora o León».
Miriam y Chucho dirigen este proyecto de cuatro, pero siempre intentan unirse a otros artistas gallegos como Negro López. Su objetivo principal es darle difusión, no solo a su proyecto, si no al de otros artistas de Galicia y del resto de España.
Canciones de época
Lo que empezó con un piano se convirtió en una forma de reivindicar y darle un espacio destacado a la música que se sitúa entre el año 1915 y el 1950. «Quisimos versionar canciones de esas épocas porque el cantante y el artista también era un showman. Queríamos salirnos de cualquier tipo de rigidez. Hay canciones que solo son cacareos o carcajadas y al final el público se acaba riendo y disfrutando», explica la cantante.
Su estilo transita entre el jazz y los ritmos latinos de aquellos años. Ahora han decidido que es el momento de dar el siguiente paso. «Vamos a empezar componer nuestras propias canciones», cuenta Chucho.
Ambos están acostumbrados a trastear con lo que se esconde detrás de las melodías ya que él es profesor de batería y ella de técnica vocal. Chucho, que es venezolano, conoció a Miriam en Barcelona y ambos reconocen que pocos lugares hay como Galicia para dedicarse al mundo del arte: «Tenemos un panorama enorme y aunque la gente no lo crea, aquí es más fácil ser artista que en otros lugares».