El bum de los pisos turísticos en Vigo se extiende por Bouzas

Alejandra Pascual Santiago
alejandra pascual VIGO / LA VOZ

VIGO

La planta superior de la Casa Rectoral figura en el registro de pisos turísticos.
La planta superior de la Casa Rectoral figura en el registro de pisos turísticos. XOÁN CARLOS GIL

En zonas como el paseo marítimo se ofrecen viviendas a 225 euros la noche. En la avenida de Beiramar ya hay edificios enteros en alquiler

10 oct 2024 . Actualizado a las 00:33 h.

La planta alta de la Casa Rectoral de Bouzas es una de las viviendas de uso turístico que figura en el Directorio de Alojamientos de la Xunta de Galicia. El antiguo inmueble empleado para encomiendas parroquiales es ahora un loft con vistas al mar para seis personas. Supone un reflejo del imparable tirón de los pisos turísticos que experimenta Vigo y de cómo el fenómeno se está extendiendo hacia la costa. La ciudad cuenta en estos momentos con 1.906 propiedades para alquilar a visitantes, la mayoría de ellas situadas en el centro urbano.

Bouzas, puerta de entrada a la zona de playas, cuenta ya con 70 viviendas de uso turístico. «Sí, cada vez se ve más gente con maletas por esta zona», corrobora Ángel Vila Fernández, responsable de la Asociación Veciñal Curva de San Gregorio. Muestra prudencia porque este segmento del mercado inmobiliario todavía está tomando forma en su barrio. «De hecho, no han supuesto hasta ahora ningún tipo de problema, pero al igual que surgen este tipo de iniciativas, las administraciones deberían tener en cuenta que hay viviendas en ruinas e infrautilizadas en esta zona que bien podrían emplearse para alquiler social», apunta.

Vanesa Domínguez, presidenta de la Asociación de Amigos de la Historia de Bouzas, muestra su sorpresa por el número de pisos turísticos que ya alcanza la villa.

A la izquierda, edificio Bouzasol en la avenida de Beiramar, convertido en viviendas turísticas. A la derecha, otro edificio que cuenta con pisos turísticos en la Alameda de Bouzas.
A la izquierda, edificio Bouzasol en la avenida de Beiramar, convertido en viviendas turísticas. A la derecha, otro edificio que cuenta con pisos turísticos en la Alameda de Bouzas. XOÁN CARLOS GIL

Destaca la oferta que se concentra en el recién inaugurado paseo frente al mar. Se trata de propiedades rehabilitadas hace tan solo escasos meses, pero que en las que se ha tratado de conservar la fachada marinera tradicional de Bouzas, cuyo casco histórico está sujeto a un plan especial de protección y reforma interior. Un ejemplo es el número 2 de la calle Santa Ana, una casa o chalé, como la definen sus propietarios, de tres dormitorios. Se ofrece en los principales portales con el reclamo de sus vistas a la ría y su proximidad a las playas de Carril y de Cocho y del Museo del Mar. Ahora mismo cuesta entre 225 y 239 euros. y Muy cerca, en el número 16, se encuentra el negocio La Casa Azul, situado en un edificio en pleno paseo totalmente rehabilitado e igualmente disponible para disfrute turístico.

El entorno de la Alameda es otra ubicación distintiva de lo que hasta 1904 fue un ayuntamiento independiente de Vigo. También se registra oferta de pisos turísticos en la rúa do Pazo, en Ferreiros y en Suárez Llanos.

La presidenta de la Asociación de Amigos de la Historia de Bouzas explica que los visitantes que llegan hasta la villa marinera son mayoritariamente nacionales, «de Andalucía o de Madrid» y «en algunos casos gente que repite, caras conocidas» para el vecindario. De ahí que la convivencia con el turismo hasta el momento sea sostenible.

Pero este barrio pegado al mar es testigo de la subida generalizada de los precios de alquiler para todo el año. «Llegamos a ver casos en los que piden hasta 1.000 euros al mes en algunas viviendas», algo al alcance de pocos.

El entorno de Tomás Alonso que forma parte del dominio de Bouzas concentra también viviendas turísticas. Hay al menos una decena de estos pisos entre la curva de San Gregorio y la Alameda. Otra zona al alza es la avenida Atlántida. En las torres pegadas al puente de la VG-20, ya en el arranque de Alcabre, hay otros seis pisos en régimen de alquiler turístico.

Un ejemplo más llamativo se da en la avenida de Beiramar, en el número 225, frente al astillero Construcciones Navales Paulino Freire. La fachada del edificio ha sido sensiblemente rehabilitada y ahora el inmueble opera bajo el nombre Bouzasol. Está dividido en cuatro apartamentos que suman entre todos capacidad para 34 personas, según la oferta del propietario en Booking. Alguien interesado en alquiler en lo que resta de octubre tendrá que pagar 74 y 90 euros la noche.

Nuevas promociones

Todo apunta a que Bouzas seguirá despuntando en el ámbito de los pisos turísticos al abrigo de las nuevas promociones en marcha y las que traerá el Plan Xeral. En enero, el grupo Viqueira recibió luz verde para construir el primer rascacielos de esta zona. Novaurbe ha logrado licencia en Paulino Freire para otro edificio con seis viviendas.