El manifiesto que en el año 1970 se opuso al muro de Samil

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

Samil en 1969.
Samil en 1969. cedida

Un grupo de vigueses hicieron público su desacuerdo con la obra

13 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El 16 de octubre de 1970, cinco meses después de que comenzarán las obras del muro de Samil, un grupo de personas influyentes en Vigo hacía público un manifiesto en el que llamaban a la ciudadanía a defender la playa más famosa del municipio. En aquella declaración, las cuarenta persona firmantes querían «romper una lanza contra la obra de fría mutilación y burda deformación, que contra viento y marea se viene ejecutando en un lugar privilegiado de nuestra geografía, verdadero pulmón de nuestra ciudad».

Valentín Paz-Andrade, los hermanos Álvarez Blázquez o Eduardo Blanco Amor estuvieron tras en aquella acción municipal. El proyecto del paseo con muro en la playa de Samil había sido encargado por Rafael Portanet unos años antes. El plan incluía la construcción de un paseo, dos aparcamientos, restaurantes, vestuarios y una zona ajardinada. Casi tal cual se encuentra hoy en día. «Con esto pretendemos acabar con la anarquía que reina en la zona de Samil, repleta de chabolas inmundas», decía el alcalde franquista en un pleno celebrado en enero de 1970. Sin embargo, cuando comenzaron las obras en mayo de ese mismo año, Portanet ya no era el alcalde; ocupaba la alcaldía Antonio Ramilo.

«Viene ahora la mano miope de la tecnocracia a utilizar los millones del erario público para ultrajar la maravilla que solo a la providencia debemos», continuaba el llamamiento a la conciencia ciudadana. Los impulsores de la protesta destacaron dos problemas principales. «La línea original del conjunto, dotada de insuperable belleza y gracia, quedará sustituida por una burda Línea Maginot», decían los firmantes del manifiesto.

La segunda cuestión que resaltaban se ceñía al espacio playero. «El emplazamiento del futuro paseo marítimo no respeta los límites propios del espacio playero, ni menos del complementario», añadía para referirse a la pérdida de espacio tanto en el arenal como en su parte superior. Concluían los manifestantes diciendo que la trascendencia de su protesta dependía del respaldo de «los devotos de la playa de Samil». Aunque aquella acción fue secundada por muchos vigueses, las obras continuaron con la mutilación de la playa más hermosa del municipio.

Chistes

Las obras provocaron también reacciones satíricas. El periódico El Pueblo Gallego recogía, el 11 de junio de 1970, algunas de las ocurrencias que el muro generaba en la población. Ilustraba aquella información una viñeta en la que se veía a un marinero en su barco ante una playa amurallada, lo que provocaba su ingenuo comentario: «Creí que estaba en la ría de Vigo y resulta que estoy en la de Muros». «Venía nadando y me he pegado contra el muro», rezaba otro chiste publicado en el desaparecido diario.

La única concesión del alcalde Antonio Ramilo a aquella oposición fue el retranqueo del muro en un metro hacia el interior, medida que no alivió las críticas de los habituales a ese hermoso paraje.

En enero de 1972, se hablaba en la prensa de paralización, e incluso se aludía a nuevas incorporaciones al proyecto, entre ellas la construcción de un acuario al que le atribuían un presupuesto de cuatro millones de pesetas.

El muro contaba con un presupuesto inicial de diez millones de pesetas, cantidad que pudo quedarse corta conforme pasaba el tiempo. En mayo de 1972, sin inauguración oficial, se estrenaba el paseo, pero las críticas continuaban, incluso por parte de quienes veían bien el cambio.

La pérdida de intimidad que originó el paseo provocó que muchos vigueses dieran la espalda a esta zona litoral para coronar a O Vao y aledaños como sus arenales favoritos, aunque Samil sigue contando con cientos de usuarios. Ahora, aquel viejo paseo comienza a moverse en dirección contraria la mar y, en algún tiempo, el arenal podrá estirarse por lo menos 25 metros mas.