Rajmond Tóht: «En Cangas nosotros somos como futbolistas en cualquier otro lado»

LA VOZ VIGO

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M.MORALEJO

El húngaro, que vivió seis años de niño en Vigo y que se declara feliz en O Gatañal, se ha convertido en el especialista de los penaltis y es pieza clave

23 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es la segunda casa de Rajmond Tóth. El húngaro creció en Vigo, donde vivió seis años y medio, y entró en contacto con el balonmano en el Academia Octavio, en el que jugaba su padre, Edmond. Por eso, cuando surgió la idea de regresar, en este caso al otro lado de la ría para jugar en el Balonmán Cangas, no se lo pensó. Ya sabía a dónde venía. «En Cangas somos como futbolistas en cualquier otro lado. En ningún otro sitio los jugadores de balonmano tienen tanto cariño alrededor». Ya lleva dos años en el equipo azul y en su tercera temporada, ha cogido galones: primer central y especialista en penaltis y aunque acaba contrato a final de campaña, no tiene ninguna duda de que seguiría si surge la ocasión.

Cuando el padre terminó sus días en el balonmano, Rajmond, que había cursado primaria en Vigo, hizo las maletas rumbo a su país. Era el año 2008. En Hungría creció y alcanzó la élite en su deporte, pero siempre tuvo claro que quería jugar en la Liga Asobal. Por eso, cuando surgió la opción de firmar en el Cangas, hizo las maletas. La familia fue la primera que le empujó. «Cuando llegué aquí, dijeron que había vuelto a casa porque ellos querían estar también en Galicia. Vigo es una parte importante de la familia».

Tóht llegó a O Gatañal a principios del 2023, con un contrato de dos años y medio. A lo largo de este tiempo, ha ido creciendo y ganando un protagonismo que ahora le convierte en uno de los jugadores importantes de la plantilla. «Desde que llegué aquí poco a poco estoy sumando más y más minutos; ahora, este año, estoy en el equipo como primer central e intento hacerlo lo mejor que puedo para ayudar», comenta el jugador, que además se ha convertido en el especialista desde los siete metros tras las salidas de Dorado y Moi Simes, que eran los encargados el curso anterior: «El año pasado teníamos dos lanzadores que ya no están. Yo tenía que asumir la responsabilidad e intento conseguir el mejor porcentaje posible», comenta el magiar, a quien no le puede la presión: «Ya jugué varios partidos con lanzamientos importantes y estoy acostumbrado, pero cuando son momentos importantes, es más difícil meter».

El domingo pasado, ante el Huesca, marcó nueve goles, cinco de penalti, en un atípico partido tranquilo para los cangueses. «Es difícil que nosotros tengamos un partido así. El año pasado tuvimos uno y fue precisamente contra ellos. La verdad es que no sé la razón», dice el central.

Porque desde que llegó, su equipo se vio abocado a jugar dos promociones de permanencia y de ambas salió airoso. «Los dos años que llevo aquí acabaron los dos con sufrimiento en dos promociones. Creo que este también va a ser complicado, pero creo que el equipo está un poco mejor y que vamos a poder estar compitiendo por algo más que la permanencia. Creo que tenemos equipo para la mitad de la tabla», vaticina ilusionado y amparado en varios factores: «Tenemos un equipo muy completo, con muchas variaciones y con jugadores que pueden complementar el uno al otro. Tenemos un muy buen vestuario y eso se traduce luego en la cancha».

Y por supuesto, a un pabellón y a un pueblo detrás. «En ningún otro sitio los jugadores de balonmano tienen tanto cariño alrededor. Todo el pueblo está en los partidos y ayudan más que en ningún otro lado del mundo. Es muy fácil estar aquí. Me gusta mucho la zona, la gente, el pueblo y el ambiente que se vive alrededor del balonmano», repite.

Por eso no tendría ningún problema en extender su contrato: «No sabemos qué va a pasar, queda un año largo pero yo estoy muy bien aquí, con la gente y con el ambiente de balonmano. Soy muy feliz de poder estar aquí».

Mucho antes de decidir su futuro, el sábado, para ser exactos, a Toht y al resto del Cangas les espera una salida complicada ante un Bidasoa consolidado como un grande de la Asobal: «Bidasoa nunca es fácil, el Cangas nunca ha ganado allí, solo empató. Es un equipo muy bueno y está muy estable en la zona alta de la clasificación desde hace muchos años». No obstante, ayer jugaron en Rumanía y si hay una opción, Tóth quiere aprovecharla.