Los responsables del pub de la calle Hernán Cortes incumplieron la orden de cese y recibieron una multa de 1.000 euros tras hacer obras sin licencia
06 nov 2024 . Actualizado a las 01:05 h.El Concello de Vigo ha clausurado el último karaoke que quedaba abierto en el centro de la ciudad. La Policía Local ha colocado los precintos en el karaoke HC, situado en la calle Hernán Cortés. El motivo son las ampliaciones y modificaciones que los responsables del establecimiento han ido realizando con el tiempo sin contar con ninguna licencia. El Concello ya ordenó a Red de Licores S.L. el cese de la actividad en julio. Los dueños del negocio hicieron caso omiso de la la orden alegando que las irregularidades ya habrían prescrito. La administración local les impuso una multa coercitiva de 1.000 euros sin lograr que cesara la actividad. Dado que el establecimiento seguía abriendo hasta altas horas de la madrugada, como se refleja en numerosos partes policiales, el Concello ha optado por precintar el local «para a protección do interese xeral». En caso de que sigan incumpliendo, los responsables del negocio se exponen a responsabilidades penales por un presunto delito de desobediencia.
El karaoke cuenta con una licencia de 2001 para la actividad de café bar con música y espectáculos. El permiso fue concedido después de que los técnicos municipales verificaran el cumplimiento de una serie de medidas correctoras, de ubicación, distancias mínimas y de que los equipos de música no superen los 80 decibelios. Sin embargo, el año pasado el local fue objeto de una inspección del departamento de Urbanismo, que comprobó que su estado actual no coincide con el proyecto autorizado.
Los inspectores detectaron unas puertas no dibujadas en el plano, la configuración de los baños no coincidía, faltaba una puerta de separación entre las zonas del bar y de la barra. Además se instalaron nuevos altavoces y pantallas de televisión y se habían retirado las instalaciones de aire acondicionado. Según la arquitecta municipal, la alteración de la situación de la puerta de acceso «altera as condicións de seguridade en caso de incendio e de utilización». La existencia de una puerta en el interior del almacén, sin que el inspector pudiera determinar con qué comunica «pode conlevar unha modificación da superficie do local, do aforo e das condicións de protección contra incendios».
El empresario presentó un recurso contra la orden de cese que fue desestimada. Alegó que las infracciones cometidas habían prescrito y el 27 de agosto anunció que iba a abrir el local para reanudar la actividad. La multa coercitiva que le impuso el Concello no le paró los pies. La policía se personó de madrugada el 29 de septiembre y el 5 de octubre y observaron «gente cantando en directo con micrófono y amplificadores de sonido, también la venta de bebidas con o sin alcohol» durante toda la noche.
El expediente municipal señala que las posibilidades de legalización pasarían por la presentación de un proyecto que recoja el estado definitivo del local, incluyendo la documentación necesaria que justifique el cumplimiento de la normativa.