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Descubren en Vigo una casa que creció en una planta a costa de desenterrar el sótano

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

El Concello vigués ordena devolver la edificación a su estado primitivo

07 nov 2024 . Actualizado a las 01:11 h.

El sótano de una edificación pasó a ser una planta baja. A costa de retirar tierras quedó al descubierto una nueva altura. De utilizarse como almacén, se convirtió en un local comercial, llevándose a cabo un cambio de uso ilegal.

El Concello de Vigo acaba de declarar que estas obras en San Andrés de Comesaña no son legalizables. Da un plazo de tres meses a los responsables para que procedan a restituir la legalidad urbanística vulnerada, derribando las obras ejecutadas y reponiendo la realidad física alterada a la situación anterior. También se llevó a cabo un cambio de cubierta y una ampliación de galpones arrimados a los lindes norte y oeste que se llevaron a cabo también sin licencia. Las fotografías aéreas captadas por Google dan cuenta de la evolución que ha tenido la construcción con el paso de los años, permitiendo al Concello concluir el expediente de reposición de la legalidad urbanística.

La edificación alberga dos viviendas, pero también es la sede de una empresa.

Los antecedentes se remontan a 2017, cuando el Registro de la Propiedad informó de la inscripción de una construcción compuesta por una planta semisótano destinada a almacén, una planta baja también de almacén, y una planta piso que abarca dos viviendas.

A esta estructura se añadieron otras construcciones como un cobertizo y un trastero. En 2017 año, se presentó una comunicación previa para realizar un cierre en la parcela. Sin embargo, esta solicitud se transformó en un expediente de licencias debido a que las obras propuestas excedían lo que podría comunicarse. La arquitecta municipal informó que la solicitud incluía la construcción de un muro de contención de tierras, así como el desmonte de terreno en la fachada principal. Sin embargo, se advirtió que la obra solicitada resultaría en un aumento en el número de plantas de la edificación y que no se registraba la existencia de la planta semisótano. En febrero de 2018, se presentó un nuevo proyecto que corregía las pretensiones anteriores y se ajustaba a las normativas, lo que llevó a la concesión de la licencia para el cierre de la parcela. No obstante, en junio de 2023, un inspector municipal visitó la zona y constató que se habían realizado obras de urbanización, que incluían la ampliación de los galpones adosados a los lindes norte y oeste, así como la retirada de tierra en los linderos sur y este. Este descubrimiento provocó la aparición de una nueva planta, lo que contravenía las condiciones bajo las cuales se había otorgado la licencia. El Concello declaró que la excavación del sótano, el cambio de uso del mismo de almacén a local comercial, el cambio de cubierta y la ampliación de los galpones adyacentes, son ilegales y, por tanto, ordenó el derribo de las estructuras no autorizadas. La propiedad alegó contar con un acta de alineación y rasante, así como con autorizaciones para las obras de cierre y la colocación de un canal de recogida de aguas. También ha señalado que los galpones adyacentes a la vivienda ya existían en 2015 y que se trataba de obras de conservación y mantenimiento. Sin embargo, la Gerencia de Urbanismo ha desestimado todas las alegaciones.