Resuelto el misterio del ibis eremita: proviene de Cádiz y llegó al estuario del Miño

La Voz

VIGO

EL naturalista cojo

El ejemplar, parte de un programa de reintroducción en Andalucía, ha recorrido miles de kilómetros antes de llegar a Galicia

14 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El enigma sobre el origen del ibis eremita que recientemente fue avistado en el estuario del Miño ha sido resuelto. El ejemplar, que ha sido avistado en el municipio de O Rosal, ha sido identificado por Manuel Sobrino, conocido como El Naturalista Cojo, gracias a una argolla de identificación en su pata. Esta anilla permitió seguir la trayectoria de la ave y reconstruir su origen, lo que ha revelado un fascinante recorrido a través de varios países europeos.

El ibis eremita nació en mayo de 2023 en el zoo de Halle, en Alemania, y fue liberado en marzo de 2024 en el municipio gaditano de Barbate como parte de un ambicioso programa de reintroducción de esta especie en peligro crítico de extinción. Tras su liberación, el ave pasó varios meses en la ciudad de San Fernando, en la provincia de Cádiz, antes de emprender un largo viaje que lo llevó a Faro, en Portugal, a finales de octubre. A partir de ahí, continuó su migración hacia Galicia, donde, a finales de noviembre, se asentó en el estuario del Miño, en O Rosal.

Manuel Sobrino destacó la relevancia de este acontecimiento. "Es fascinante ver cómo un ave, que forma parte de un programa de conservación, puede recorrer distancias tan largas, conectando Alemania, Andalucía y Galicia en su vuelo migratorio", comentó el naturalista, quien ha estado siguiendo el trayecto del ibis. La asociación Anabam, que también ha estado al tanto de este singular viaje, ha expresado su interés por la recuperación de la especie, cuyo número de ejemplares en la naturaleza ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.

El ibis eremita, que en su día fue común en Europa, ha sido objeto de numerosos esfuerzos de conservación debido a la drástica reducción de su población. Actualmente, solo existen unos pocos cientos de ejemplares en la naturaleza, distribuidos principalmente en poblaciones de reintroducción en Andalucía, Marruecos y otros puntos de Europa. La reintroducción en España comenzó en la década de 2000, en un intento por devolver a la especie su lugar en el ecosistema europeo, y el ave que ha llegado al estuario del Miño es un claro ejemplo del éxito parcial de estos esfuerzos.