La DEA rechaza explicar en el juicio del Karar su participación en la investigación del alijo
VIGO
Alega que sus agentes tienen consideración diplomática, y que los funcionarios que colaboraron hace cuatro años con este caso ya no están en España
20 dic 2024 . Actualizado a las 02:15 h.El juicio por el alijo de 3.824 kilos de cocaína decomisados a bordo del remolcador Karar en el 2020 se retomará el 8 de enero tras nueves meses celebrando sesiones en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, en Vigo. Ayer fue la última vista del 2024, que coincidió con el final de la declaración del instructor policial de las diligencias. Se trata de un inspector jefe de la Policía Nacional que también está encausado en un procedimiento en Murcia por su presunta colaboración con una trama asentada en esa región para importar a España cientos de kilos de cocaína desde Colombia. Su testimonio sirvió para casi cerrar el ciclo de testigos policiales [faltan cuatro], todos de España, tras rechazar la agencia antidroga de los EE.UU. que declar0en los agentes de este cuerpo que colaboraron con la Policía Nacional en el 2020 en la investigación que provocó la aprehensión del Karar.
El Gobierno de los EE.UU. asegura en un documento aportado a la causa que sus agentes tienen consideración de diplomáticos, y que los funcionarios que participaron en aquella investigación en el 2020 ya no están destinados en España; por lo que declinaron la petición de las defensas para sentarse en la sala de vistas y explicar su participación en aquella investigación.
El peso de la DEA en el abordaje del Karar fue decisivo por la información que facilitaron a la Policía Nacional para relacionar el alijo del Karar con los detenidos en tierra, presuntamente liderados por Juan Carlos Santórum. La DEA, cuando la investigación todavía estaba desarrollándose, aseguró que un teléfono con número portugués contactó a través de una llamada que no se descolgó con uno de los acusados en Galicia, encargado presuntamente de fabricar planeadoras para recoger alijos en alta mar. Aquella llamada con al menos un tono tuvo lugar el 27 de marzo del 2020, un mes antes del abordaje. El teléfono portugués se posicionó entonces en el centro de Vigo a la hora de aquella llamada. Tres días después, la DEA envió un comunicado interno a la Policía Nacional para alertar de la importancia del teléfono luso. Aseguraba que su usuario era el encargado de controlar la travesía del barco Karar desde tierra para organizar el encuentro en alta mar con las lanchas que saldrían al encuentro del alijo.
Las defensas consideraban relevante que los agentes de la DEA explicasen en el juicio cómo sabían la existencia del número luso y la función que tenía de coordinar el encuentro en aguas abiertas del Atlántico. Según la tesis de las defensas, esa información era difícil tenerla a finales de marzo porque dicho teléfono luso no fue intervenido por mandato judicial hasta el 8 de abril, que autorizó su intervención. Pero esas preguntas quedarán sin respuesta al no comparecer los agentes de la DEA que pueden facilitarlas. Es cierto que los agentes de la DEA no declaran, al menos en España, en juicios; por lo que este caso no es anómalo. Pero sí deja sin explicar, al menos por ahora, cómo se llegó a la principal prueba que existe en la causa para relacionar a los detenidos en tierra con el alijo en el Atlántico. La otra prueba, un papel manuscrito hallado en los registros, tampoco puede usarse porque ha desaparecido. Solo se conserva una foto.