El gran estirón del club de la lucha

LA VOZ VIGO

VIGO

CEDIDA

El San Ignacio recoge los frutos de cuatro décadas de trabajo convertido en el primer club de Galicia por sus 70 licencias y con 16 medallas estatales

20 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El San Ignacio alcanza su cénit. El club de lucha vigués supera sus límites históricos y acaba el año 2024 con su tope de licencias (70) y con 16 medallas en los campeonatos de España, datos que le convierten en el primer club de Galicia en estos momentos y en uno de los 20 primeros de España. «Esto va poco a poco, con los años. Tienes que ir haciendo una pequeña base. Aparte de luchadores, tienes que tener los entrenadores, delegados. Tiene que haber un pequeño grupo de gente que no se ve pero que está ahí», comenta Eladio Bello, el presidente y uno de los entrenadores de una entidad a la que permanece desde el año 1986 y que preside desde el 95. En todo este tiempo, jamás ha perdido la ilusión. Además, los jóvenes solo pagan su licencia y el chandal: 110 euros al año. Sin mensualidades.

El San Ignacio abrazó en los últimos tiempos un buen número de altas. «Han venido bastantes luchadores jóvenes, de 13 a 20 años, que era lo que necesitábamos. Nos falta en femenino, que tuvimos un bajón. Ahora contamos con diez pero vamos a hacer una promoción del femenino, para ver si se animan», comenta el presidente. Además, han conseguido reunir en el pabellón de Teis a una pequeña ONU. «Tenemos ucranianos, kazajos, peruanos, venezolanos, colombianos, un poco de todo». También contaban en sus filas con un senegalés, «pero el padre le prohibió venir».

De la cantidad sale la calidad y el conjunto vigués fue capaz de hacerse con dos medallas de oro, seis platas y ocho bronces en los diferentes campeonatos estatales celebrados a lo largo del año que está a punto de acabar. «Están muy bien. Tenemos un buen grupito. En otros clubes pueden tener un top pero no tanta gente, nosotros formamos la mitad de la selección gallega», asegura ufano Bello, que ahora se dedica más a la labor de gestión, pero sin olvidar el trabajo de campo.

Los datos avalan el método San Ignacio: entrenan tres días por semana y de ese trabajo en silencio surge la selección para los campeonatos. «Preparo para el gallego los pesos y voy afinando todo. Por la experiencia los miro y ya sé si eres de libre o de grecorromana», dejando claro que peso y fuerza no van de la mano. «Tenemos dos de 60 que rillan a los otros. Lo ves y dices que cae solo, pero no lo mueves».

Solo pagan la licencia

El San Ignacio no se lo puede poner más fácil a sus luchadores. El único gasto que tienen en toda la temporada es la licencia federativa y el chandal o la mochila del club, en total 110 euros al año.

Y pese a la falta de ingresos, la entidad viguesa cuenta con tres entrenadores (Ángeles Vázquez, la principal; Eladio Bello y Saúl Bello, que también brilla como competidor) y se las ha ingeniado para contar con el material necesario para poder trabajar de la mejor manera. «Somos el único club que tiene dos tapices de lucha, los compramos con las subvenciones (cada uno cuesta 6.000 euros) y también tenemos muñecos de lucha. Poco a poco fuimos comprando, y ahora tenemos de todo. Lo que necesitamos es que venga gente con ganas e ilusión». Quizás por eso ahora cuentan con un grupo de luchadores entre los 13 y los 20 años que deben marcar una nueva época. «De ahí tienen que salir bastantes medallas».

En este época feliz, el único hándicap que tiene Eladio es no disponer de dinero para organizar más citas en Vigo. «Me gustaría hacer alguna concentración y algún campeonato más pero no puedo, tengo que ajustarme». Por lo menos, ahora no le cuesta dinero, algo que a sus 57 años no puede decir de una época anterior. «El club no me da nada, durante años todavía ponía yo algo, que me caneaban en casa». Ahora ya puede abrir la puerta de casa tranquilo.