El joven portero suplió a Jorge Pérez y fue clave para sumar un punto
24 dic 2024 . Actualizado a las 13:09 h.Mateo Pallas (Carballo, 2005) admite que, aunque siempre intenta «estar preparado» para jugar, no contaba con participar esl domingo con el Cangas ante el Anaitasuna. «Lo normal es no hacerlo, y más, tal y como está Jorge (Pérez)», destaca. Sin embargo, la lesión de su compañero hizo que tuviera que disputar la recta final. Y cumplió con creces, con tres paradas de mérito consecutivas y otras intervenciones que permitieron a su equipo sumar un punto en un partido muy competido.
En el momento que su compañero se lesiona —en principio, se ha descartado que sea rotura de cruzado y esperan que pueda quedar en un esguince leve de rodilla—, el joven guardameta cuenta que no le «dio tiempo a pensar». «Cuando vi que tuvo el golpe, me dijeron el entrenador y el preparador físico que me pusieran a calentar. Lo hice rápido, entré en el campo e intenté centrarme en el partido y hacer lo que pude», relata.
Lo que pudo, como él dice, fue una actuación que resultó decisiva para el equipo. «Estoy muy satisfecho, pero otro día puede pasar lo mismo y no tendré esta suerte», dice restándole importancia a su papel. Ser consciente de que habrá días malos no quita para que esté «muy contento» de lo vivido este domingo. «Me sentí muy cómodo. También tenía familia y amigos en la grada, aparte de que los compañeros y entrenadores me arropan un montón y son una capa dentro de mí súper importante», agradece.
El hecho de que las primeras intervenciones salieran bien también le fue dando confianza para continuar el partido y su técnico, Nacho Moyano, que le había dado ánimos antes de salir, le felicitó después por cómo había estado sobre la pista. «Me dijo que había estado a la altura y que siguiera trabajando», ahonda. El partido no fue un camino de rosas. «Fue de vaivén, pero en O Gatañal siempre se confía hasta el final y pudimos sacar este punto».
En lo colectivo, el empate les deja buen sabor de boca, y la primera mitad del campeonato en su conjunto, aunque Pallas cree que podrían llevar más puntos. «Nos vamos con una primera vuelta que hubiéramos firmado todos, pero es verdad que tuvimos seis partidos perdidos por un gol y eso nos deja la sensación de que pudimos hacer más», analiza. En todo caso, destaca que están contentos «con el nivel» que están dando.
El papel de la afición, como siempre, está siendo fundamental para el equipo y también lo es para él a nivel individual. «Es increíble. Te animan hasta cuando vas por calle. Me siento siempre muy arropado y muy cómodo con ellos, son como un jugador más», agradece.
Compaginando dos equipos
Tanto Pallas como Javi Fernández compaginan primer equipo y filial, y arriba están al lado de un Jorge Pérez hacia el que el carballés muestra su admiración. «Para mí, es un ejemplo. Es una grandísima persona y un grandísimo portero», alaba. En su caso, lleva ocho partidos arriba y para continuar con ficha del filial, no puede pasar de diez. Gestiona bien esa duplicidad: «Es algo que nos viene bien a todos los jugadores. Arriba es difícil coger minutos y los que sumas, son intensos pero pocos. El filial es una buena manera de seguir formándonos», sostiene.
Evolución en Cangas
El guardameta llegó al Cangas en el verano del 2022, cumpliendo una aspiración que tenía desde muy niño. «Es algo que soñaba desde pequeño, pero me parecía súper difícil. Cuando llegó la llamada, no lo dudé», cuenta. Y la adaptación, pese a su juventud, fue muy buena. «Los compañeros me ayudaron muchísimo desde el primer día. Estaba en la residencia y todo el mundo se ofrecía a ayudarme. Si necesitaba cualquier cosa, tenía a veinte personas allí en cinco minutos», señala este estudiante de CAFYD en Pontevedra.
Pallas valora positivamente su evolución deportiva en este tiempo, dando el mérito a sus entrenadores y también a «constancia y trabajo». Dice que en lo que más le insisten en mejorar es en el tema mental. «Estamos intentando implementar esa faceta, que también es muy importante», dice el jugador del Cangas.
Del partido ante el Anaitasuna, además, se lleva la felicitación del internacional cangués Rodrigo Corrales, presente en el partido y homenajeado por el club. «Estuvo muchos años en la televisión de mi casa, es un ídolo. Yo fui del team Corrales siempre», presume. Asegura que verlo ahí delante «impresiona» y que es un orgullo que sea «do noso pobo», porque él ya se siente también uno más. «Le fui a pedir una foto al terminar. Me dijo que había hecho muy buen partido, que había sacado alguna bola muy difícil y que fue una pena no haber ganado».