El Camino Portugués de la Costa se agiganta

Monica Torres
mónica torres VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Acaba el año con un crecimiento del 41,5 % y una explosión de alemanes y estadounidenses. El norte luso y Galicia aprovecharán para promocionar la ruta y sus vinos en América

01 ene 2025 . Actualizado a las 18:18 h.

Imparable. El Camino Portugués de la Costa ha seguido creciendo en popularidad este año y sigue batiendo récords. A punto de concluir el 2024, las estadísticas de compostelas indican que más de 74.000 peregrinos han elegido esta ruta jacobea. Supone un incremento del 41,5 % respecto al año anterior, el mayor crecimiento de todos los caminos a Santiago, y no se adivina su techo. Más bien se intuye que pronto alcanzará al tradicional por Tui, del que cada vez está más cerca, y se convertirá en el segundo tras el francés.

Al abrigo de la vía que comienza en Oporto hay una riada de peregrinos internacionales. Estos suponen el 80 % del total (algo más de 57.000 personas) y destacan, sobre todos, los alemanes y los estadounidenses, con más de 16.000 personas procedentes de ambos países. En ello tienen que ver la promoción turística y los atractivos del litoral, sin duda.

El arranque en la capital del norte luso y el paso por ciudades como Viana do Castelo, Caminha, A Guarda, Baiona y Vigo divisando el océano Atlántico e impresionantes paisajes atrapan cada vez a más caminantes. La relativa facilidad con la que se recorren los 271 kilómetros en trece etapas también ayudan.

En la promoción juega un papel importante el aeropuerto de Sá Carneiro. La propia terminal lanza ofertas para captar viajeros y presume de tener vuelos de bajo coste desde las principales capitales europeas «y también con muchas ciudades españolas». Además de Alemania, Italia, Polonia, el Reino Unido, la República Checa e Irlanda son los países que aportan más peregrinos a la ruta.

Que casi todos los extranjeros llegan por Oporto lo sabe Celestino Lores, presidente de la Asociación de Amigos del Camino Portugués, quien ya advirtió que el ritmo de crecimiento de la ruta de la costa este año «es una pasada». Otro aspecto que destacan desde el colectivo es que ahora los perfiles han cambiado y que hay un turista con un alto poder adquisitivo. Su presencia en las Rías Baixas es una invitación para volver y para que funcione el boca a boca a modo de recomendación.

El Camino Portugués de la Costa se agiganta cada año que pasa (solo bajó inevitablemente durante la pandemia) a pesar de que sigue habiendo un punto básico en el que parece no existir: Vigo. El Concello todavía no señaliza la ruta y los peregrinos continúan perdiéndose por la ciudad, que al menos ofrece el albergue público de O Berbés. Caballero se comprometió con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en la reunión que ambos mantuvieron, a desbloquear este asunto. No ha ocurrido de momento. Solo los comercios y los taxis que se han sumado al a campaña para poner el distintivo contribuyen a dar imagen jacobea.

Menos peso en la ruta tienen los peregrinos nacionales, pero las cifras no son desdeñables. Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana y Cataluña son, por este orden, las comunidades más destacadas en cuanto a la aportación anual.

Más datos. De mayo a septiembre se producen los picos de visitantes, lógicamente. El tiempo es un factor determinante para disfrutar del viaje a pie pegado al mar. No obstante, al margen de diciembre y enero nunca dejan de verse caminantes. El crecimiento de albergues entre A Guarda y Redondela (ya hay 23) es otro indicativo del movimiento que se está generando.

M.MORALEJO

Las perspectivas son muy buenas. La Xunta de Galicia y la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Galicia-Norte de Portugal han decidido firmar un acuerdo de promoción turística para el Xacobeo 2027. El convenio tendrá una vigencia de dos años e implicará tanto a los ayuntamientos por los que pasan las dos rutas portuguesas como a las asociaciones públicas y privadas que tienen algo que ver el Camino de Santiago.

Alvarihos y albariños

La región norte de Portugal está trabajando en la promoción conjunta del Camino Portugués y de sus vinos alvarinhos en países como Estados Unidos, Canadá y Brasil, aprovechando la creciente internacionalización de su turismo. Recientemente, se celebró un congreso transfronterizo en la localidad de Barcelos, bajo el lema «O Camiño que nos une». Este evento forma parte del programa europeo Poctep ClusterTur, que busca la potenciación del clúster transfronterizo de turismo Galicia-Norte de Portugal. Durante el congreso, se discutieron estrategias para la promoción internacional de la ruta jacobea, incluyendo la colaboración con países del continente americano. La idea es aprovechar el interés creciente en las peregrinaciones y fortalecer la cooperación entre las regiones para atraer a más peregrinos de todo el mundo.

El presidente de Turismo Porto e Norte de Portugal, Luis Pedro Martins, anunció la iniciativa que contará con una financiación de cerca de 700.000 euros de fondos europeos: «Vamos a hacer promoción externa de la eurorregión en mercado de gran dimensión con nuestros productos», explicó. Esto incluye los vinos a ambos lados del Miño, el albariño gallego y el alvarinho luso. Martins subrayó que las vías de peregrinación son cada vez más fuertes y hay que aprovechar esa inercia positiva.

El Camino y el enoturismo son los dos ejes principales en los que se quiere sustentar el clúster transfronterizo. Uno de sus objetivos es crear «una marca y una imagen propias». Los vinos de las Rías Baixas ya tienen una presencia destacada desde hace años en mercados como el norteamericano y, en ese sentido, son las bodegas del norte luso las más interesadas en promocionar su vino.

Otros actores implicados en la promoción turística a ambos lados del Miño subrayan la necesidad de seguir reivindicando un tren moderno que una las ciudades de Vigo y Oporto. También, que se desarrolle de una vez por todas el estatuto del trabajador transfronterizo, que fue una promesa de ambos gobiernos tras la pandemia para facilitar la movilidad y los derechos de quienes cruzan la frontera a diario o casi a diario.