«Es una forma de estar vinculada al deporte que me gusta», dice de su rol
30 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Paula Sanmartín (Vigo, 1997) asumirá en el 2025 la dirección deportiva del Club Ciclista Vigo Rías Baixas formando tándem con Aitor Bugarín. La viguesa, que fue ciclista profesional y lo dejó hace cuatro años, cuando ya no disfrutaba con la bici, nunca cortó los lazos con su deporte. Ejerció de moto pizarra y la temporada pasada, se le presentó la oportunidad de desempeñar tareas de auxiliar en el club donde ahora da un paso más. «Empecé a ir con ellos a las carreras hace dos años y luego me saqué el título», cuenta.
Inicialmente, no entraba en sus planes esta nueva faceta. «Me habían animado hacer el curso, pero yo decía: ‘¿Para qué lo voy a hacer si no tengo a qué equipo ir’?», relata. De ahí pasó al «¿por qué no?» cuando la entidad que preside Chamorro le dio su confianza. «Es una forma de estar vinculada al deporte que me gusta. Y es mejor de lo que pensaba», dice. Siente que su experiencia como deportista es de gran ayuda. «Es bonito ayudar a formar a otros con lo que tú viviste. Entiendo su problemas porque pasé por ellos. Les abres los ojos y les guías», desgrana.
La exciclista subraya la importancia para desarrollar este rol de la empatía, «que a veces falla» y que es fundamental para que los deportistas se sientan cómodos y puedan dar su mejor versión. «Es un deporte muy duro y muy sacrificado, así que hay que entender muy bien cómo se sienten», apunta. Menciona, asimismo, la necesidad de tener «un rol un poco de líder», pero sin pasarse: «Tampoco comportarte como un superior, aunque lo seas. Hay que entender y escuchar».
De ser auxiliar del anterior director deportivo, Jesús Blanco, pasa a formar «una dupla equilibrada» con Bugarín. «Suso estaba más pendiente de todos los corredores, era el principal. Ahora, nos vamos a repartir más», detalla. Él irá a las carreras, porque ella, que terminó Química, está haciendo la tesis doctoral y tiene menos días libres, pero están en contacto permanente y ella está «más involucrada» que antes, afirma. Ellos se conocían de haber coincidido en la misma categoría, en las carreras «e incluso entrenando», ya que él es de Ponteareas.
Sanmartín afirma que la temporada pasada le dio algo de vértigo ponerse al frente. «Me tocaron un par de vueltas importantes y ahora, como rompí el hielo, lo llevo mejor. Me veo preparada y tengo los conocimientos necesarios», subraya. Va a ser la única mujer al frente de un equipo en esta categoría -élite y sub-23-, abriendo camino. «Llevo toda la vida así. También competía con chicos y era como la novedad que no bajara de categoría. Yo quería correr con chicos de mi edad, no más pequeños. Y sigo igual», dice restándole importancia.
También será diferente al modelo convencional el tándem que va a formar con Bugarín, pues lo habitual es que predomine uno sobre el otro en la toma de decisiones, un planteamiento diferente al que tienen ellos. «Suele haber dos, incluso es necesario porque puede haber dos competiciones el mismo fin de semana. Pero lo habitual es que haya uno principal, que manda realmente, y otro que va al desdoble».
Disfrutar igual, pero sin sufrir
Cuenta que no echa de menos la época de ciclista en activo y que disfruta más ahora, porque se ha quedado solo con la parte buena. «Puedo vivir el ciclismo igual, pero no sufrirlo como lo sufría», apunta. Eso no significa que lo de ahora sea un camino de rosas. También hay retos complicados. «Tenemos un bloque muy joven y la idea es dejarnos ver y ser muy peleones, como siempre. No somos un equipo que parta como favorito, pero sí que tenemos buenos corredores y podemos hacerlo muy bien», avisa. La filosofía pasa por «ser valientes, no esperar al final o a que otros hagan cosas».
La figura de la directora deportiva ciclista suele estar bastante en la sombra. Sanmartín detalla sus funciones: «Se encarga de plantear el viaje a una carrera, el itinerario, recoger a los corredores donde viven, los horarios, el alojamiento...», señala sobre la primera fase. En lo estrictamente deportivo, «decidir qué corredores van según las características que tengan» y, antes de eso, para poder tomar esas determinaciones, «seguir los entrenamientos, saber quiénes están más en forma». Ya en carrera, van «en los coches de atrás, dando instrucciones sobre la táctica de la carrera», que ya se les ha planteado en la reunión previa.