Pese a la irrupción de As Celtas, el equipo de Toni Martínez sigue aspirando a todo, empatado con un Celta femenino al que ganó
07 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En una temporada en la que As Celtas parecían llamadas a ser el referencia del fútbol femenino vigués, el Sárdoma no solo mantiene el pulso, sumando los mismos puntos que el ambicioso proyecto femenino del Celta, sino que les ganó el derbi. «Estamos en puestos de fase de ascenso y no se le puede poner peros a la primera vuelta. Cuando empiezas a planear la temporada, intentas que salga así, mejorar el año pasado», señala su entrenador, Toni Martínez.
Con dos empates, dos derrotas y el resto de triunfos, le queda una espina por el duelo frente al Friol. «No fue el mejor partido, pero se adelantaron en un fallo nuestro y podíamos haber sacado más. De todas formas, tienen un buen equipo y es previsible empatar o perder», detalla. Lo compensa con el día del Valladolid Simancas, en el que sacaron «un puntazo sin hacer un buen partido» y en un campo donde nadie más ha puntuado.
Un puntal de este equipo es la máxima goleadora del grupo, Andrea Albiol, que sonó para As Celtas, aunque la futbolista asegura que nunca hubo oferta. Es su segundo año en un club donde se ha reencontrado y al que está dando mucho, incluso arrastrando problemas físicos. «Es una jugadora diferencial», dice Martínez, constatando que lo ha seguido siendo pese a las molestias. En todo caso, pone el foco en el grupo. «Ha sido espectacular. El equipo ha defendido muy bien también», señala.
Hace Martínez mención especial a una canterana con un papel fundamental, Luchi, con ficha del filial. «Es una futbolista de casa, una niña del B que viene desde abajo empujando y nos da un plus. Sus números son magníficos», afirma. Desde el curso pasado impulsaron una política de «dar oportunidades a la gente de abajo» de la que también se beneficiaron otras que se han asentado, caso de Estela, Sabela o Elisa. Han debutado cadetes y el técnico constata que «no se tira de ellas por necesidad».
Insiste en que «sería injusto resaltar a algunas cuando todas están haciendo un gran trabajo». La clave del éxito la sitúa en «la unión del equipo», así como en que se identifican con lo que propone el cuerpo técnico. Martínez, que lo encabeza, debutó con el Sárdoma en el fútbol femenino y otro factor del éxito puede ser que él está más asentado. «Empecé mano a mano con Chicho (Val), pero mi primera experiencia fue el año pasado. La gente tiene que conocerte y tú conocer la categoría y ese año se nota», reconoce.
En una liga que han liderado Olímpico y Deportivo B, y en la que hay gran igualdad en cabeza, es complicado designar favoritos al ascenso. «Si te desconectas, pasas de estar en puesto de ascenso a cuarto o quinto», apunta el técnico, advirtiendo que por leonesas, coruñesas, As Celtas «e incluso Friol» deben situarse ahí por presupuesto. «Tienen más obligación, pero estamos ahí y pelearemos hasta el final».
Competir con menos medios
Sobre haber conseguido mantener el pulso con As Celtas, lo ve como «un premio a la gente que creyó» en su equipo y que «tuvo la oportunidad de irse para allí y prefirió apostar por este proyecto». «Estamos compitiendo de tú a tú e incluso les hemos ganado el enfrentamiento directo. Están por encima, pero empatadas a puntos y por dos goles de diferencia», subraya. Sin perder de vista que «es una plantilla que desde el primer minuto se ha dicho que tenía que ascender». «Es un mérito y una satisfacción poder competir con nuestros medios, que son mucho menores, y estar ahí, igualados», reivindica.
A día de hoy, con toda la segunda vuelta por delante y en marcha de nuevo desde el día 2 de enero, el objetivo es «mantener este ritmo» para seguir en la zona alta de la tabla. «Si llegamos a las cuatro o cinco últimas jornadas en esos puestos, poder soñar con le ascenso directo o con la fase, ya que este año se abre esa posibilidad», recuerda comparando con la temporada pasada, cuando solo promocionaba de categoría el primer clasificado.
El primer equipo del Sárdoma ha conseguido estar ajeno a la situación extradeportiva, pues el club ha hecho público que su viabilidad económica está comprometida por un descenso que consideran injustificado de las subvenciones del Concello de Vigo. «Intentamos mantenernos al margen. Apoyamos al club, pero la mejor manera de ayudar es ganar partidos y estar arriba para que pueda exigir lo que le corresponde y demostrar que sí somos un equipo de élite, que es lo que nos han quitado», argumenta.