El mosaico romano de Panxón vuelve a casa tres años después de su compra tras pasar por Nueva York, Londres y Madrid
VIGO
Pondrá rumbo a Nigrán el próximo miércoles y será expuesto durante dos meses en el salón de plenos del Concello de Nigrán
18 ene 2025 . Actualizado a las 20:24 h.El mosaico romano de Panxón vuelve a casa por fin. La pieza ya es propiedad del Concello de Nigrán, que la recepcionó ayer en un acto oficial en la galería Colnaghi de Madrid tres años después de su compra. Termina así la odisea de una joya arqueológica que apareció en el castro de Panxón en el siglo XIX y que acabó, después de pasar por las manos de varios propietarios, en la galería Carlton Hobbs de Nueva York.
La Asociación por la Repatriación del Mosaico reunió en 2022 los 58.000 euros necesarios para comprar y repatriar la pieza desde Nueva York, con la inversión de 40.000 euros del Concello y lo conseguido en una campaña de crowfounding. En marzo de 2023 el mosaico llegó a Londres, donde permaneció hasta noviembre del año pasado. El 28 de ese mes el mosaico volvió a España tras casi 25 años fuera del país para ser expuesto en la galería Colnaghi de Madrid.
El mosaico emprenderá el último tramo de su viaje el próximo miércoles y llegará para ser expuesto en el salón de plenos del Concello de Nigrán acompañado por una musealización realizada por Árbore Arqueoloxía. En el Concello anuncian que, transcurrido ese tiempo, se le buscará una ubicación definitiva en un espacio público, previsiblemente la Biblioteca Municipal.
La pieza, de un metro cuadrado y embutido en una mesa hecha en el siglo XIX al efecto de preservarlo, es el único fragmento que se conserva de un mosaico que se sabe mucho mayor. El trozo que se conserva intacto «representa magistralmente mediante coloridas teselas de mármol fauna marina, destacado un colosal pescado de 67 cm y una pareja de almejas, un tema único en los hallazgos de toda el área metropolitana», destaca en una nota el Concello de Nigrán.
«Es impresionante, está perfectísimamente conservado, llama la atención su color, la precisión y el detalle, emociona verlo de cerca», subraya el alcalde sobre el mosaico desaparecido durante casi veinte años tras perdérsele la pista después de una subasta pública en el año 2000 en la Galería Castellana de Madrid.
Este mosaico fue documentado al por menor en los años 70 por el prestigioso arqueólogo Fernando Acuña Castroviejo, quien en su artículo «De nuevo sobre el Mosaico de Panxón y otras nuevas sobre la Musivaria en la Gallaecia» relata su importancia y sus vicisitudes. Así, según él mismo expone, gracias a manuscritos del siglo XIX entregados por Xosé María Álvarez Blázquez, se sabe que la pieza apareció «en el sitio llamado el Castro» de Panxón perteneciendo primeramente a «Dª Umbelina González Lavandeira, viuda de él Sr. De Puga», quien lo tenía «en su casa de campo de la parroquia de S. Juan de Panxón». Los historiadores coinciden en que en esta zona existía una importante villa en el Bajo Imperio Romano, ya que también aparecieron ánforas, monedas o un ara (altar) a Mercurio.