
El Chuvi ya tiene casi 9.000 personas pendientes de operarse, un crecimiento del 16 % en un solo año
08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.La decisión de construir el nuevo hospital de Vigo se tomó en un tiempo en el que las listas de espera para operarse eran un gran problema político. Cuando el Álvaro Cunqueiro está a punto de cumplir diez años, las cifras oficiales revelan que la sanidad pública del área más poblada de Galicia nunca ha tenido tantas personas esperando una intervención quirúrgica como ahora. Según los datos oficiales que el Servizo Galego de Saúde hizo públicos ayer y que se refieren al 31 de diciembre, entre el Cunqueiro y el Meixoeiro —que conforman el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo— suman 8.866 pacientes en la lista de espera para operarse.
Son 1.218 más que un año antes. Es un incremento del 16 %. Es también la cifra más alta de toda la serie histórica que ha recopilado este periódico, de las dos últimas décadas. Hay incluso más gente ahora que cuando el Xeral y el Meixoeiro trabajaban por separado y no habían unificado sus servicios. En el 2005 tenían a 5.900 personas en lista de espera. Ahora son tres mil más. Es un crecimiento del 50 %. La población del área sanitaria de Vigo solo ha crecido un 2 % desde el 2005, según el Instituto Nacional de Estadística.
En Povisa, la evolución ha sido la contraria. Este hospital es el único privado de Galicia que tiene adscrita una parte de los pacientes del Sergas. Ahora hay 2.496 que esperan una cirugía, casi 400 menos que hace un año. Dos décadas atrás tenía más de 7.500 personas en lista de espera, lo que motivó distintos planes económicos del Sergas para reducirla. Povisa está ahora en cifras parecidas a diciembre del 2019, el momento inmediatamente anterior a la pandemia de covid-19, que trastocó toda la asistencia sanitaria. En el hospital concertado solo hay 350 personas más que entonces aguardando una intervención. En el Chuvi son 1.200 pacientes más.
Entre los dos centros, el área sanitaria de Vigo tiene una lista de espera de 11.362 personas. Esto significa que entre los habitantes de los 26 municipios del sur de la provincia de Pontevedra, uno de cada 50 espera a ser operado.
Esto provoca que Vigo vuelva a ser el área de Galicia con más pacientes en lista de espera. En diciembre del 2023 estaba prácticamente empatada con A Coruña (con una población de 13.000 personas menos). La diferencia se ha ensanchado y en A Coruña hay 10.425 personas aguardando una intervención, prácticamente mil menos que en Vigo.
Y las cifras son incompletas. Porque el Sergas solo hace públicos los datos de la lista de espera estructural, que no incluyen a las personas a las que se les ofrece el traslado a un hospital privado y lo rechazan, a las que tienen que posponer la operación por una causa médica o de otro tipo. Todas esas personas esperan una operación y están en el registro de pacientes en espera, pero el Sergas no los cuenta en los datos que divulga. La normativa estatal le permite hacerlo así.
Las personas que aguardan una intervención ahora en el Chuvi llevaban una media de 64 días esperando cuando se extrajeron los datos, que es casi lo mismo que un año antes —en rigor, la media pasó de 64,4 jornadas a 63,8; el Sergas usa decimales para hablar de días—. En Povisa son ahora 59 frente a 61 del año anterior.
En el Chuvi, los servicios que más operaciones pendientes tienen son los de oftalmología (2.321), traumatología (2.020) y cirugía general y digestiva (1.461). Son también los que más empeoran. En Povisa son los mismos, pero en otro orden: traumatología (790), cirugía general (576) y oftalmología (353).
El Sergas destaca que en el Chuvi se hicieron 34.731 operaciones el año pasado, un 4,4 % más que el anterior. También subraya que las intervenciones de prioridad 1 (los cánceres) tienen una demora de 17 días, cuando el objetivo es bajar de 30. En teoría, solo 63 personas llevan más de medio año esperando una operación.
Consultas y pruebas
En consultas con el especialista, la lista de espera también empeora. Un total de 38.739 ciudadanos aguardaban el 31 de diciembre que un médico del hospital los atendiese por primera vez en el Cunqueiro o el Meixoeiro. Son 6.500 más que un año antes. Se ha producido un gran incremento en el servicio de rehabilitación, con 4.500 más en lista de espera. En alergología, traumatología y ginecología suben en más de 700 personas en cada servicio.
Cuando se hizo el corte de los datos, los pacientes llevaban una media de 57 días esperando. Son siete más que hace un año.
El gerente del área, Javier Puente, aseguró ayer que hay una «gran demanda» de consultas externas. Se refirió también a la dificultad que sufren los hospitales para cubrir ausencias en algunas especialidades.
En cuanto a las pruebas, hay 23.599 personas esperando una en el Chuvi, que son tres mil más que un año antes.
El Sergas no difunde las listas de espera para consultas ni para pruebas de Povisa.
El Cunqueiro pide comprar un segundo robot Da Vinci
El Hospital Álvaro Cunqueiro quiere contar con un segundo robot Da Vinci. El que tiene funciona desde mediados del 2021. El Sergas instaló siete en Galicia al mismo tiempo, los de Vigo, Santiago y A Coruña con mayores prestaciones. Los cirujanos llevan ya tiempo pidiendo uno nuevo porque lo tienen a pleno rendimiento entre semana. Con el Da Vinci operan los servicios de cirugía general y digestiva, urología, cirugía torácica y ginecología. Según el Sergas, el área sanitaria de Vigo es la única de Galicia que opera de lunes a viernes por las mañanas y por las tardes. El gerente, Javier Puente, reconoció ayer que se ha pedido la compra de otro Da Vinci.
El Cunqueiro tiene también otro robot quirúrgico, de marca Mako, que se emplea en algunas intervenciones de traumatología. Se compró en el 2023.
En ambos casos, el cirujano dirige todo desde una consola. El robot tiene brazos con los que se practica la intervención. Permiten más precisión.
El año pasado se hicieron 696 operaciones asistidas por un robot, 86 más que el año anterior. Son casi tres cirugías al día (en jornadas laborables), normalmente complejas. La cifra ya tiene poco margen de crecimiento, salvo que se decida operar en fines de semana.