
El novelista vigués ha ganado el premio nacional Puy du Fou de relato histórico
21 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Óscar Vázquez Lima (Vigo, 1982) acaba de ganar el primer premio del certamen de relato histórico Puy du Fou con Dios debe ser español. Al concurso se presentaron más de mil trabajos de toda España. Óscar Vázquez tiene tres libros publicados, dos de ellos fueron finalistas del Premio Xerais, Ángeles robados y El secreto de mi familia.
—¿Cómo fue el proceso de documentación del relato ganador?
—Conocía la historia del milagro de Empel porque me gusta mucho la Historia, pero sí que tuve que documentarme sobre el maestre de campo que mandaba las tropas, sus segundos y cómo se desarrolló la batalla.
—¿Le dijeron que había valorado el jurado de su obra?
—No, pero en las bases hacían hincapié en el estilo literario y en la ambientación, así como en el hecho de ser capaz de hacer partícipe del relato al lector a través de la ambientación y la historia.
—¿Es complicado desarrollar un relato acotado en su extensión?
—Sí, es más complicado que afrontar una novela. Al ser un relato corto hay que limitar mucho los recursos y focalizar la historia sin explorar otras cosas.
—Es la primera vez que ha afrontado un relato histórico. ¿Le ha gustado la experiencia?
—Sí. Era algo que tenía pendiente desde hace años, ahora ya pienso en una novela de ambiente histórico. Este relato me ha servido como guía para saber exactamente lo que quiero o lo que tengo que escribir y cómo me tengo que documentar.
—¿Estará ambientada en Vigo?
—No, será en Italia. En dos de mis novelas ya publicadas, Vigo es el escenario central de los acontecimientos y tengo otra sin publicar, también policíaca, en la que los hechos suceden en Vigo, pero cuesta mucho publicar. Hay muchísima gente que escribe y es difícil de acceder a las editoriales si no tienes un contacto.
—¿Qué le gusta de la literatura?
—Es mi pasión desde muy joven. Me encanta leer, que es la base para poder escribir bien, además de las vivencias personales.
—¿Enfoca su literatura hacia el entretenimiento o plantea algo más a sus lectores?
—La mayoría de escritores quieren aportarle algo más, pero es complicado. En principio, me lo planteo como un divertimento, pero siempre intento que mis libros dejen una pequeña reflexión. Sí intento que estén muy bien escritos, con un estilo muy depurado y bueno, y que tengan un toque para reflexionar.
—¿Cómo definiría su estilo?
—Me gusta contextualizar y ambientar mucho determinadas escenas, pero una vez que está, suelo hacer diálogos ágiles para que la novela sea fácil de leer.
—¡Qué difíciles son los diálogos!
—Sí, fue lo que más me costó aprender, fue algo bastante complejo, más incluso que las descripciones.
—¿Y los personaje?
—Ahora que me inclino hacia la novela histórica, investigo mucho sobre ellos. Cuando hice thrillers, aparte de investigar sobre asesinos o psicópatas, también incorporé rasgos de gente que conozco o que he visto, aunque coja rasgo de uno y de otro.