El Porriño mantiene intacta la ilusión (31-28)

El Porriño tiene un tesoro que tratar de mantener el próximo fin de semana en tierras checas si quiere estar en la final de la EHF European Cup. El equipo que dirige Isma Martínez supo ir creciendo en su partido de ida de semifinales, disputado este domingo ante su público, para acabar imponiéndose por tres goles (31-28) al Hazena Kynzvart, ese tesoro que preservar en el encuentro de vuelta.

Se sabía de antemano que no cabía la posibilidad de una eliminatoria tan asequible como lo habían acabado siendo algunas de las anteriores para las porriñesas. Y el rival se encargó de demostrarlo pronto. Se cumplieron los siete minutos con solo dos goles en el marcador, uno para cada equipo, y los nueve, con tres tantos contabilizados, ya con la primera ventaja visitante.

Porque el cuadro checo comenzó siendo superior, haciendo de su portería casi un imposible para el Porriño y disponiendo de las primeras ventajas en el marcador, que llegaron a ser de tres goles cuando por fin encontraron el camino a la meta de Fátima Ayelén. Y aunque la argentina hizo un gran encuentro, bajo los otros palos, su homóloga rival fue una pesadilla para el Porriño.

Un tiempo muerto de Isma Martínez cambió la cara a su equipo, que pasó a ser más agresivo en ataque y pudo acercarse en el marcador. Pero cada vez que lo hacía, el Hazena Kynzvart respondía con el arma del que sabían su rival perfectamente que iba a tirar: correr y nutrirse de contraataques rápidos que no daban respiro. Lo había dicho Isma: podían ganarles con su manera de jugar, que dominan a la perfección, pero no sorprenderles.

La recta final del primer acto se convirtió en un ida y vuelta que llevó a las de O Porriño a empatar (13-13), pero las contrarias reaccionaron con dos goles consecutivos para irse con ventaja al intermedio (13-15). Y el inicio de la segunda parte nada tuvo que ver con un primero donde el marcador se había movido muy poco. Los goles se sucedían y los empates alternaban con ventajas visitantes.

Con el 20-20 en el marcador, dos paradas seguidas de la meta checa impidieron la primera ventaja porriñesa. Pero Fátima también intervino, una parada suya dio al equipo una nueva opción y, esta vez sí, llegó el 21-20. Duró un suspiro, pero marcó un punto de inflexión para un Porriño que empezaba a creérselo y que ya iba a llevar la delantera en el luminoso en lo que quedaba de partido.

A los 48 minutos, y con 24-23 en el marcador, se hizo el silencio en el pabellón con la lesión, aparentemente de gravedad, de la jugadora del Hazena Kynzvart Barbora Tesarová, que se fue entre aplausos en camilla. El golpe no afectó a su equipo de inmediato, y empataron a 24 nada más reanudarse el juego.

Con 26-26, Isma Martínez paró el partido y la respuesta de las suyas fue un parcial de 3-0 para alcanzar por primera vez la ventaja máxima y que sería la del final del partido. Se la jugó el técnico local sin portera para intentar llevarse la máxima ventaja posible y le salió bien, con el 31-28 final. Tres goles pueden ser un tesoro, pero todo depende de la vuelta. Y allí, avisaba el técnico, ellas son muy fuertes. Enfrente, un Porriño que no quiere dejar escapar la oportunidad.

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