
Álvaro Castro fue abordado por la Armada de Francia frente a las costas de África en diciembre del 2023 con otros dos gallegos, vecinos de Vilagarcía de Arousa y Marín
26 mar 2025 . Actualizado a las 17:02 h.Álvaro Castro Santos ya está en España tras ser entregado por las autoridades de Francia tras su detención en diciembre del 2023 a bordo de una planeadora con 5.100 kilos de cocaína cerca de las costas de África. Castro Santos se encuentra actualmente en la cárcel de Asturias a la espera de ser juzgado por estos cargos en la Audiencia Nacional, que instruye la causa.
El procedimiento recoge que el último viaje en narcolancha de Álvaro Castro Santos comenzó en el mes de noviembre del mismo año, y cayó en manos de la Armada de Francia el 6 de diciembre. Se sabe que este vecino de O Morrazo se subió a un avión con destino a Amberes, Bélgica, uno de los nodos actuales del narcotráfico en Europa, tomado por organizaciones oriundas del norte de África cuyos integrantes residen en el Viejo Continente con pasaporte comunitario. Castro Santos apareció pocas semanas después en aguas africanas transportando cinco toneladas de cocaína. Por ahora no está claro qué plan tenía y qué destino llevaba, pero la operación habitual en esas latitudes consiste en valerse de otra embarcación rápida, un pesquero o un velero para trasvasar la droga y llegar a la costa, ya sea de la Península o de África.
El historial policial de Castro Santos comenzó hace 30 años: lo arrestaron por primera vez por integrar el histórico clan de los Servandos, y lo condenaron a una década de prisión por transportar en un barco pesquero 750 kilos de cocaína. La droga se descargó en una playa de Beluso, de su municipio natal, Bueu. El segundo alijo que motivó su siguiente condena pesó 1.700 kilos y supuso otros 11 años de cárcel. En esta ocasión cayó en Aldán, Cangas, su tierra de adopción desde hacía tres décadas. Desde entonces, Castro Santos se ha pasado media vida entrando y saliendo de prisión. La última que fue detenido fue en aguas de Cabo Verde, a bordo de una narcolancha de 15 metros de eslora propulsada por cinco motores fueraborda. Le acompañaban otros dos gallegos (vecinos de Marín y Vilagarcía) y un cuarto ciudadano español. Todos serán juzgados en el marco del mismo procedimiento.