
Defienden tres goles de renta en la semifinal europea ante el Hazena Kynzvart
29 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Katia Zhukova (Málaga, 1997) sabe lo que es ganar un título europeo. Lo hizo con el Elche y quiere repetir con el Porriño, con el que vive su primera temporada. Dice que van a la República Checa con incertidumbre pero, sobre todo, con ganas de alcanzar la final. Enfrente, un Hazena Kynzvart al que ganaron de tres en la ida. El compromiso de vuelta es esta tarde (16.00 horas).
—¿Cómo está el equipo después de la derrota ante el Málaga de cara a la vuelta europea?
—Jugando en casa, siempre tienes más ganas. Salimos a darlo todo, pero al final, en los últimos minutos, no dimos para más. Teníamos la cabeza en el sábado por la acumulación de partidos. Llevamos toda la temporada jugando muchas veces miércoles y sábado.
—¿Qué sensación le dejó el partido de ida y la ventaja de tres goles?
—Al final, sí que son pocos, pero ellas tienen que ganar mínimo de cuatro y eso juega a nuestro favor. Es cierto que no podemos confiarnos, sabemos que tenemos que jugar igual o mejor que en la ida. Porque, haciendo un partido muy bueno, solo nos llevamos esa renta. Pero hay que tener en cuenta que ellas son un equipo bueno y completo, tanto en portería como en defensa y en ataque.
—Decía su técnico que sería difícil que les sorprendieran.
—Sí, no lo hicieron en cuanto a a qué juegan, pero lo que hacen lo hacen muy bien. Tienen mucha calidad e íbamos preparadas.
—¿Les da respeto la fortaleza del rival en su pista?
—Rspeto hay siempre, pero creo que la sensación, sobre todo, es de incertidumbre. Nunca hemos jugado contra ellas en su casa, no sabemos cómo es su afición, como es su pista, cómo van a ser los árbitros... Vamos un poco a ciegas, pero vamos a ir a ganar.
—¿Cree que las favoritas son ustedes por la ventaja de la ida o ellas por disputar la vuelta como locales?
—Supongo que la gente podría decir que nosotras, pero como decía, vamos a ciegas, así que allí lo veremos. Estamos listas para un partido muy duro, pero con la ilusión y las ganas, sobre todo.
—¿El estado anímico ayuda a mitigar el cansancio?
—En partidos así, ese cansancio se te olvida, sí. Tienes que dejar lo que te quede y estar positivas nos ayuda a concentrarnos en el partido, en lo que tenemos que hacer en cada defensa y en cada ataque.
—Usted ya jugó y ganó competición europea. ¿Se vive distinto en un equipo que la disputa por primera vez?
—Sí. Cada vez que juegas Europa es ilusionante. Y en este caso, ver cómo lo está viviendo la gente, el pueblo... Lo que vivimos en la ida en el pabellón fue precioso, increíble e ilusionante. No voy a decir que me ilusiona más que haberla ganado con el Elche, pero es una ilusión diferente. Personalmente, lo estoy afrontando con muchas ganas. Me gustaría volver a ver el pabellón como el domingo pasado y ver al pueblo volcado. Se me ponen los pelos de punta.
—¿Sería un fracaso no alcanzar la final?
—No, ni mucho menos. Somos el único equipo español en semis y ya lo fuimos en cuartos. Estamos contentas con lo que estamos haciendo y está claro que el objetivo de todo deportista es llegar a lo máximo para lo que den el equipo y el cuerpo.
—¿Dónde están las claves para pasar?
—Tenemos que estar preparadas para que nos sorprendan, aunque creo que será difícil con lo que estudian Isma y el cuerpo técnico a los rivales. Tenemos que mantener las cosas buenas y mejorar las que no hicimos tan bien. Hay que tener en cuenta que las que van a contrarreloj son ellas, así que debemos mantener la calma en fases negativas del partido, saber que dos o tres acciones malas no pueden determinar el resultado.
—¿Fue Europa un factor importante para que viniera al Porriño?
—La verdad es que no. Cuando hablé con Isma, me dijo que había esa posibilidad, pero no era seguro por el tema económico. Así que no fue determinante. Yo tenía ganas de venir sí o sí, y si además, jugábamos Europa, una ilusión añadida.
—¿Qué era entonces lo que le atraía del club?
—El proyecto que tenían y la forma que creía que tenían de trabajar y que comprobé que era así. No me equivoqué y estoy muy contenta por el trato y por cómo me he integrado.