
Estela Carrera, del Guardés, es la jugadora más veterana, y Aroa Fernández, del Porriño, la más joven; ambas vistieron la otra camiseta
17 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Aroa Fernández (Vigo, 2005) y Estela Carrera (Elda, 1991) son los extremos del derbi entre Porriño -donde juega la primera- y Guardés -club de la segunda- de este domingo en lo que a edad se refiere. Una es recién llegada a la élite del balonmano femenino español y la otra tiene sobrada experiencia, pero comparten la pasión por su deporte, la ilusión por este partido y el pasado en el equipo rival.
Sin generalizar en lo que puede suponer la veteranía en un partido de estas características, Carrera habla de cómo lo ha vivido ella. De su primer derbi, en su primera etapa en el Guardés (2015-2019), han pasado diez años. «Era más joven y aún no era el todo consciente de lo que significaba. Ahora lo vivo con más intensidad, sé bien lo que representa y me parece algo precioso y digno de ver», analiza. A lo largo de su extensa carrera, no ha vivido ningún partido de rivalidad que sea comparable «ni mucho menos», asegura.
Fernández comenzó a jugar al balonmano en el Lavadores con ocho años, vivió los últimos dos de categorías inferiores en el equipo de A Sangriña y este es su segundo en O Porriño. «Los derbis son increíbles, mis partidos favoritos de la temporada. Aparte de ser gallega, que es un plus, es cuando más se une la gente, con esa pequeña rivalidad de ver quién es el mejor», cuenta.

También la jugadora del Porriño pronuncia la palabra «intensidad» como característica intrínseca a unos partidos que ya ha vivido en la base y como sénior. «Entre el rival, que el pabellón se llena y ponen el himno, hay una motivación añadida», analiza. Pero cree que es pronto para «ver las diferencias desde una perspectiva más madura». «Diría que aún no me dio mucho tiempo. Por ahora, siento que me hicieron la misma ilusión los que jugué como juvenil que este», comenta.
La guardameta del Guardés, desde esa madurez que le dan los años, considera que la experiencia «en algunos momentos puede darte más cama y saber estar que cuando eres más jovencita». Pero lo deja en anécdota: «En un equipo, somos muchas jugadoras y todas aportan lo que pueden y lo que tienen, independientemente de la edad».
A ojos de la pequeña, sin embargo, la juventud sí puede penalizarla. «Los nervios que puedes tener a mi edad seguramente no los tienes cuando acumulas más experiencia. Eso te suma puntos», valora. Sin obivar que también puede haber un lado positivo que explotar. «La ilusión que tiene una jugadora joven puede que no la tenga una que ha vivido, no sé, diez o quince derbis. Ese puede ser un punto a favor», añade.
Aunque Estela podría responder a ese perfil, lo cierto es que ella también se muestra ilusionada y expectante. Tendrá enfrente a un equipo donde jugó, pero no es eso lo que marca diferencias para ella. «Más que por mi pasado, es especial porque es un derbi que todo el mundo debería vivir alguna vez en su vida. Por cómo lo montan, cómo lo vive la gente, el ambiente que se genera...», detalla.
En este deporte, pasar de un equipo a otro con el que existe rivalidad es el pan de cada día. Por eso Aroa habla de ello con total naturalidad: «En el Guardés me sentí como en casa, simplemente se acabó una etapa. El Porriño tenía la ventaja de un filial donde jugadoras como yo, que no estamos para 60 minutos en División de Honor, tenemos esa posibilidad para seguir creciendo», observa.
Del mismo modo, Carrera también habla con cariño de sus años vestida de rojo: «Fue una etapa muy bonita, además fue en un momento en el que necesitaba vivir todo como lo hice. Siempre estaré agradecida, hay que estarlo por lo bueno que te pasa», subraya. Pero con independencia de sus edades y sus pasados, las dos quieren los dos puntos en un derbi siempre mágico.
Preparadas para «un domingo muy bonito» en un duelo para el que no hay favoritos
Este derbi, que se disputará en O Porriño, llega en unas circunstancias muy particulares, en una gran temporada para el balonmano femenino en el que el Guardés, tras catorce victorias seguidas, ya es campeón de la fase regular, pero luchará por el título en un play-off donde también estará un Porriño que es flamante finalista de la EHF European Cup.
Sobre el papel, el conjunto de A Sangriña es absoluto favorito, pero puede haber matices. «Ellas también están haciendo un gran año y juegan en casa, que es un plus. Habrá que ver quién juega mejor sus cartas y será bonito, independientemente de quién se lo lleve», apunta Carrera. Aunque admite que no hay presión y que aprovecharán para recuperar a gente, descarta que pueda haber relajación por parte de las de Ana Seabra. «Nuestra idea es seguir compitiendo y para eso trabajamos igual que hasta ahora durante la semana. Queremos pelear y llevarnos el partido», dice la guardameta, que ya está renovada para el próximo curso y que cree que en ese trabajo está el secreto de este equipo.
Aroa Fernández, consciente de la racha triunfal del rival, destaca las «buenas sensaciones» con las que también llegan las de Isma Martínez, reconociendo que tienen «una espinita clavada de la ida» y sin olvidar que juegan ante su público. «El factor cancha juega a nuestro favor, y últimamente, con la competición europea, el pabellón se llena y estamos muy agradecidas», dice. Otra cosa en que coincide con Estela: «No agradecemos lo suficiente a todo el mundo que nos apoya. Son muy importantes para nosotras y seguro que va a ser un domingo muy bonito».