Roberto López, que ejerce en Stellantis y que es el único gallego que hace ochomiles en la actualidad, llegó a Nepal para hollar la quinta cima del mundo
23 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Roberto López está en Nepal, en plena cuenta atrás para atacar el Makalu, un pico de 8.485 metros, vecino del Everest, que es la quinta montaña más alta del planeta y que hace frontera con el Tíbet. Lo hará por la ruta noroeste y con el hándicap de ir muy justo de tiempo por sus obligaciones laborales (es ingeniero en la factoría de Stellantis en Vigo), pero también con un reto solidario de por medio. «Debo de ser o único galego que agora mesmo estou facendo picos de 8.000 metros», dice el alpinista adscrito al Club de Montaña Xistra.
No es la primera gran aventura de este profesional que ejerce en las instalaciones dedicadas al ensamblaje de los vehículos. En su día subió al Manaslu (8.163 metros) y al pico Lenin, por encima de los 7.000, igual que el Khan Tengri (Kirguizistán). También al Aconcagua, la cumbre de América (6.961 metros). En el continente americano ha realizado hasta la fecha seis ascensiones de primer nivel.
Roberto vivió su primera aventura en el Nepal tres años atrás, comenzando por el Chukhung Ri (5.546 metros), el Island Peak (6.160) y el Ama Dablam (6.812), atacando en septiembre del 2023 el Manaslu, su primer ochomil. En este tiempo, contactó con un serpa con el que entabló una estrecha relación y desde entonces, todas su expediciones tornan hacia la zona del Himalaya. «Xurdiu a posibilidade de facelo», dice de la aventura que ya está en marcha.
El montañero salió el sábado de Vigo vía Doha, desde allí ya viajó a Nepal, de allí a Katmandú y tras arreglar el pertinente y engorroso papeleo, pudo volar ayer en una avioneta a la localidad de Tumlingtar. Hoy tiene previsto desplazarse en todoterreno a Num Village, donde iniciará la primera fase de aclimatación y aproximación. De entrada, le esperan ocho días andando hasta llegar al campo base, situado a una altitud de 5.000 metros. «É algo que axuda moitísimo á aclimatación porque vas andando e subindo progresivamente».
Allí estará unos 20 días ante de comenzar la ascensión, cuestión que prevé realizar desde el 4 de mayo con cuatro campos intermedios en los que ir cubriendo etapas y con una importante limitación, el tiempo disponible. «Teño problemas coas datas a nivel profesional porque non teño 45 ou 50 días que farían falta par aclimatarse ben, eu bo co tempo un pouco xusto sempre, pero de momento fun apañando e con bastante éxito», dice.
«Para este tipo de ascensos é preciso ter unha experiencia moi consolidada en alta montaña, en ascensión por xeo e glaciares, en escalada, e nas técnicas de seguridade, tanto en xeo como en rocha. Ademais, se precisa un estado de forma física e psicolóxica moi elevado para afrontar este tipo de desafíos», resume el montañero sobre la exigencia del reto.
Reto solidario
La acción también cuenta con una vertiente solidaria. En concreto, Roberto colabora desde hace tiempo con SERC (Special Education and Rehabilitation Center for Disabled Children), entidad que ayuda a niños sin recursos con problemas físicos y psicológicos en esa zona del mundo, levantando una escuela y dándoles formación, además de escolarizar y dar un hogar a niños que fueron abandonados.
Presupuesto
Roberto, que afronta la expedición en solitario, calcula que la aventura le costará unos 15.000 euros. «Eu sempre digo que é máis complicado conseguir o financiamento que subir á montaña. Esaxero un pouco, pero case case. É moi complicado e se quero facelo terei que poñer eu o que falte», comenta el montañero. De esta cantidad prevista, casi 5.000 euros se lo llevan los permisos oficiales y el serpa. La logística y la manutención son un desembolso de 4.000 y los viajes 3.000.
Roberto López tiene la consideración de deportista de alto nivel y recibe la ayuda de la Xunta y de la Deputación de Pontevedra, siendo su principal patrocinador privado Stockages Vigo.