
El músico de Moaña acaba de presentar su primer trabajo discográfico
29 abr 2025 . Actualizado a las 18:39 h.En Moaña hay un promontorio conocido como Monte da Pena con vistas a la Ría de Vigo. El músico Héctor Rodríguez unió las tres palabras para dar nombre a su proyecto artístico más personal y también a su primer álbum. El artista también es miembro del grupo Lontreira junto a Adriana Cores e Iván Barral, pero en Montedapena se ocupa de la producción, las letras y por primera vez pone su voz en solitario a canciones como Voltei caer na merda, Mentiría, Q fas, T´stimo molt. En muchos de sus temas hay mensajes contra la homofobia, como en Ellos son así, dedicada a sus suegros.
Tras pasar por Santiago y Lugo, acaba de presentar el álbum en Vigo. La próxima cita es el 9 de mayo en la sala Filomatic de A Coruña. La elección del lugar y el nombre de su disco nace de un recuerdo infantil feliz.
—¿Cuál es esa historia?
—El Monte da Pena está muy cerca de donde yo vivo, es un sitio al que he ido bastante con mi familia y recuerdo en concreto un cumpleaños de mi tío en el que había como una especie de foliada y me puse a grabar por allí con otros niños como yo. Con uno de mis tíos grabamos un corte súper cutre. Lo asocio con mi primer acercamiento a lo audiovisual y lo musical, a crear algo antes de empezar a tocar el piano.
—Pero pena, poca. El disco es muy alegre y luminoso...
—Pena también es peña en gallego, y me gustaba jugar con esa dualidad entre al dureza de un material como la piedra, y la de la tristeza.
—Parace que también le gusta jugar o experimentar con los idiomas. Tiene temas en gallego, en castellano y en catalán, que es menos habitual
—Lo del catalán es una cosa puntual, lo hice porque mi novio es catalán y T´estimo molt es una canción dedicada a él, le di la sorpresa para que también hubiese versos en su idioma, el estribillo, en concreto. Creo que quedaba bonito el hecho de decirle en catalán que lo quiero mucho. Pero canto tanto en gallego como en castellano porque hablo en los dos idiomas. Hay parte de mi familia con la que hablo en castellano y con otra parte, en gallego; y con mis amigos, lo mismo.
—¿Siempre ha querido dedicarse a la música o tenía plan B?
—Todos mis planes, tanto el A como el B, el C o el D, tienen que ver algo con la música, o por lo menos con el audiovisual. Yo querría ser solo artista y producir música para otros, que son las dos cosas que más me gustan. Un plan B que tengo al final es ser técnico sonido en conciertos, al final soy autónomo y estoy un poco a mil cosas. Y si esto sale mal y en unos años tengo que volver a las orquestas, como estuve hace un par de años, es lo que hay. Yo hice el ciclo superior de producción audiovisual el ciclo de la Rock School de producción musical que imparten en los estudios Planta Sónica.
—¿Esa conexión le facilitó las cosas a la hora de grabar?
—Yo tengo mi estudio en casa, pero contar con algo así es genial. En el caso de mi disco, por ejemplo, fuimos a grabar pianos de cola a uno en Portugal, y las guitarras y las voces las hicimos en Planta Sónica cuando yo aún no tenía un equipo como el que tengo ahora. Que el producto esté hecho con los mejores medios y de la mejor manera posible solo puede ser bueno. Y que sea autoproducido no tiene por qué significar que esté grabado con una tarjeta de sonido y un micro cutre en una habitación.
—Ha tenido colaboradores de lujo, como Xurxo Núñez, hermano de Carlos Núñez, en la percusión
—Sí, vino un día por el estudio, por Planta Sónica, con los platos ya montados y fue ponerle las canciones que no había escuchado él nunca y las pilló al vuelo. Sonaba increíble, fue flipante.
—¿Qué hay en Montedapena que no tenga su banda Lontreira, con al que ganaron el concurso A Canción do Verán con «Corazón de toxo» en el 2022?
—Lontreira tiene por un lado una onda más mística y por otro, más fiestera y desenfadada. Montedapena es también pop, pero más íntimo y directo en las letras, más emocional.