Miles de personas de toda Galicia y 70 imágenes peregrinaron al santuario de A Cañiza
06 jun 2022 . Actualizado a las 16:01 h.La Virgen da Franqueira reunió a miles de personas este lunes de Pentecostés en su conocida como romería de Las Pascuillas, menores o de primavera, tanto por coincidir en el mes de mayo como porque los frutos son los principales adornos de la fiesta. El tiempo no fue sin embargo muy apacible por lo que, aunque la devoción y el fervor por la virgen de la Franqueira se cuantificó por una afluencia masiva, la mayoría de romeros tuvieron que renunciar a la no menos tradicional comida campestre y reunirse en torno a la mesa en sus respectivas parroquias tras participar en la misma solemne que el obispo, Luis Quinteiro, celebró a las doce del mediodía.
Tras dos años, reducida a la mínima expresión por el covid, a poco más que una misa y con un aforo del 50 % en el santuario, las imágenes de los santos más representativos de la comarca fueron de nuevo portados desde las distintas parroquias.Los romeros, con sus pendones, estandartes y cruces parroquiales comezaron la peregrinación a primera hora de la mañana portando también la imagen de la virgen de mayor devoción de su lugar.
«Levo 65 anos cumplindo coa Franqueira. Comecei de neno cos meus pais e sigo agora coa muller e os fillos. Non porque eu sexa fanático, pero creo que hai que conservar as tradición», explica Floriano Pérez, de 73 años.
Con 8, recuerda, ya subía al santuario con la virgen de Maceira y, en esta ocasión, como comparten párroco con Godóns, Prado, A Graña y Campo, subieron todas parroquias juntas, con los santos a remolque.
Marta y su hermano David de Oroso recuperaron la tradición hace uno años porque su virgen lleva medio siglo sin peregrinar. «Queriamos axudar e vir así que, dende xa hai tempo, traemos á santa de Fátima polo meu pai e a de Meixeira pola miña nai», explica Marta.
El rito de bienvenida al santuario es ancestral. Se trata de cruzar e inclinar por tres veces la cruz, el pendón y el estandarte con los respectivos que llegan desde cada parroquia. Lo mismo hacen los portadores de la imagen de la Virgen del Rosario, que salen al encuentro de los romeros que traen las imágenes parroquiales, haciendo tres genuflexiones ante ellos y abrazándolos cuando se encuentran. El rito se remonta a la Edad Media.
Las ofrendas a la Virgen de A Franqueira suelen consistir en productos típicos de cada parroquia que se llevan para la romería, declarada fiesta de interés turístico de Galicia.