El portacontenedores Falcon Bay provocó ayer más de un susto a quienes, asombrados, lo vieron aparecer en medio de la ría completamente escorado sobre estribor. El buque, de 150 metros de eslora, había sufrido un corrimiento de la carga de su bodega. Los palés que llevaba dentro se desplazaron, lo que hizo temer lo peor. Aunque dos remolcadores lo acompañaban para facilitar su atraque, el barco llegó impulsado por su propia máquina al muelle del Comercio pasadas las tres de la tarde. Capitanía Marítima dio orden de que se vaciase la mercancía para volver a cargarla, lo que prolongó la estancia de la embarcación durante toda la jornada y, probablemente, también toda la noche. El temporal sigue haciendo de las suyas en la costa gallega y afecta, en primer lugar, al sector pesquero. La flota de A Guarda lo nota especialmente, ya que lleva veinticuatro días sin salir a faenar debido al mal tiempo y a la falta de un dique de abrigo en el puerto miñoto. Cada día de inactividad, los marineros dejan de ingresar 5.000 euros. «Estamos a comer do que aforramos cando hai bo tempo», dice el patrón mayor. » L9