CC.OO. denuncia cientos de notificaciones con retraso mientras Correos asegura que el servicio «está garantizado»
27 ago 2024 . Actualizado a las 03:01 h.Los trabajadores de Correos de O Baixo Miño denuncian que no son suficientes para la carga de trabajo que tienen. El delegado de Comisiones Obreras (CC.OO.) en Vigo, Manuel Ríos Álvarez, afirma que están «bajo mínimos» en una temporada —el verano— en la que el número de envíos aumenta y el de trabajadores disminuye por las vacaciones. «No podemos estar en tres sitios a la vez», se queja. El sindicato exige a Correos que se contrate más personal para cubrir las bajas.
El delegado sindical asegura que en O Rosal «no hay nadie repartiendo» y que ayer ha tenido que acudir a hacerlo una trabajadora contratada para cubrir Tomiño. «No sabemos qué va a pasar los próximos días», se lamenta Ríos. «Os veciños trasladáronnos que non lles estaban chegando algunhas cartas», añade la alcaldesa de ese municipio, Ánxela Fernández Callís (BNG).
Las catorce zonas de reparto en que se dividen los concellos de O Rosal y Tomiño solo cuentan con seis trabajadores y, para intentar suplir las bajas (entre el 50 y el 70 por ciento de la plantilla está de vacaciones), los trabajadores hacen horas extras.
En total, en la comarca de O Baixo Miño, hay entre diez y trece repartidores para una población de más de 30.000 habitantes, por lo que «están sometidos a mucha presión» porque la carga de trabajo es «desproporcionada», según el sindicato. Los trabajadores ya se habían concentrado el 12 de julio para denunciar la «falta de contratación» y los excesivos «recargos» (el nombre técnico para designar las zonas de reparto adicionales que tienen que abarcar los repartidores).
Esta situación acarrea miles de retrasos de entregas de correo ordinario, así como de cientos de notificaciones oficiales. En concreto, según CC.OO., estas superan las 800 en A Guarda y rondan las 450 en O Rosal. Según la normativa, tras un primer intento de entrega de una notificación oficial, el segundo se debe realizar en los tres días siguientes. Uno debe ser antes de las 15.00 horas y el otro después, con tres horas o más de separación entre ellos. Esto, según Comisiones, supone un problema ya que en el turno de tarde «solo está el 20 por ciento de la plantilla».
A la sobrecarga de trabajo no ayudan percances como accidentes de tráfico y bajas laborales. «Una repartidora de O Porriño se quedó sin coche hace tres meses», recuerda el delegado del sindicato. Y añade: «El estrés laboral propicia los accidentes y muchas veces los repartidores utilizan vehículos particulares».
O Baixo Miño no es único lugar con problemas de falta de personal. «Todo el sur de Pontevedra están saturado», asegura Ríos. En Vigo llegó a haber miles de notificaciones paralizadas.
Por su parte, Correos asegura que el servicio prestado en O Baixo Miño «está garantizado» a pesar de haberse producido «alguna ausencia sobrevenida». La empresa pública asegura que está «gestionando refuerzos».