Entierran en As Neves a la joven de 17 años tiroteada por su padrastro en Toledo
AS NEVES
Una familia cedió el nicho para la niña, cuya madre sigue malherida
21 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El cementerio de Tortoreos, en As Neves, acoge la sepultura de una joven de 17 años que murió tiroteada por su padrastro cuando este, supuestamente, le disparó a la cabeza por la calle en el pueblo de Otero, en Toledo, el sábado por la tarde para impedir que huyese y le delatase. El hombre había herido gravemente antes a la madre, de 36 años, tras dispararle en el tronco, la cual sigue internada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, ya estabilizada. Al parecer, la menor no tenía relación directa con As Neves pero una familia le cedió un nicho.
La Sociedad Gitana Española confirmó el traslado de los restos mortales desde el tanatorio sur de Madrid al cementerio de As Neves, por la mañana, y su posterior entierro. Pidió que las autoridades acompañasen a la familia de la joven, para que esta reciba apoyo institucional.
La asociación invitó a asistir al sepelio «para dar el último adiós a esta criatura que ha sido cruelmente asesinada por su padrastro y que esta familia reciba el apoyo de toda la ciudadanía». Acudió el presidente de la entidad, Sinaí Giménez.
El supuesto agresor, de 45 años, fue detenido a siete kilómetros, en otro pueblo. Al parecer, la pareja tenía una orden de alejamiento pero respecto a otro hombre. Todo apunta a que la mujer se marchó de casa con unas bolsas de ropa y cuando iba por la calle acompañada de su hija adolescente, su pareja sentimental las siguió por una empinada cuesta, discutió con la progenitora y les disparó a ambas, a la adolescente en la frente. La madre, malherida, cuando era atendida por los testigos, preguntaba si su hija estaba bien sin saber que había fallecido. La mujer recibió cuatro balazos en el cuerpo.
El supuesto autor ingresó en prisión provisional. Le imputan varios cargos como un homicidio, una tentativa de asesinato con agravante de género y tenencia ilícita de armas.
La asociación gitana vertió sus sospechas en un comunicado: Creen que «la niña trató de defenderse de un supuesto intento de violación y de la posterior brutal agresión física (a puñetazos) de su padrastro». Según la versión de Sociedad Gitana Española, tras golpearla en el rostro, el padrastro la tiroteó cuando escapaba «con el único objetivo de que ni la niña ni su madre pudieran denunciar tal intento de violación».