Rechazan trasladar de prisión al psiquiátrico al detenido por la muerte de su madre en As Neves

e. v. pita VIGO / LA VOZ

AS NEVES

XOAN CARLOS GIL

Faltan informes médicos para acreditar el trastorno mental y la Audiencia es «cauta»

23 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La falta de informes periciales psiquiátricos llevó a la Audiencia Provincial a avalar la decisión de la jueza de Ponteareas de ordenar el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del joven de 20 años detenido por la muerte a cuchilladas a su madre, Irene Rodríguez, de 60 en su domicilio familiar en la parroquia de Rubiós, en As Neves, el 25 de septiembre del 2024. Al parecer, el hijo menor tenía una enfermedad psiquiátrica grave y discutió con su madre por la medicación prescrita, la cual se la habían cambiado días antes. Tres semanas después del homicidio, su abogada intentó sacarlo de prisión alegando que el joven debía ser internado en un lugar más adecuado para él como un centro psiquiátrico especializado, o bien, en un centro u hospital psiquiátrico penitenciario.

El 27 de septiembre, el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas y, posteriormente, el 15 de octubre, rechazó el recurso presentado por la abogada contra su prisión. Dicha letrada apeló a la Audiencia. La letrada argumentó que los informes médicos que presentó la Guardia Civil de Tui «acreditan el trastorno metal que padece» y que su permanencia en un centro penitenciario podría agravar su estado de salud por falta de atención especializada, con riesgo para su integridad física y psíquica y con la vulneración de su derecho fundamental a la protección de la salud y la integridad personal.

La Justicia, tras estudiar la petición, ordena por «prudencia» que Abel continúe en la cárcel. Y recuerda que la propia defensa del investigado solicitó más informes médicos relativos a su estado mental y la influencia del consumo de estupefacientes en su capacidad cognitiva y volitiva en el momento de los hechos. La jueza, en su día, accedió a esa petición y citó al joven en la clínica forense para ser examinado el 7 de noviembre, de los que no le constaba el resultado al tribunal. La defensa también pidió más documental médica al Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y a la unidad de salud mental del centro de salud de Ponteareas y de dos psicólogas de una asociación, sin conocerse el resultado.

Al no tener suficientes datos, la Segunda Sección de la Audiencia de Pontevedra, en un auto del 11 de noviembre del 2024 y que ahora sale a la luz, rechazó el traslado desde la cárcel de A Lama a un centro psiquiátrico como pedía la defensa del detenido que está investigado por un delito de homicidio o asesinato.

Hospitales penitenciarios

El tribunal pontevedrés argumenta que la más «elemental prudencia» y «cautela» imponía aplazar toda posible reconsideración del centro penitenciario en el que se encuentra el investigado hasta el momento en que se obtengan y evalúen las conclusiones que se extraigan de toda la documental pericial médica. Esta prueba fue solicitada incluso por la defensa. Eso sin perjuicio de que el centro penitenciario decida otra cosa.

La sala añade que en cada centro penitenciario debe existir, por lo menos, un médico general con conocimientos psiquiátricos encargado de cuidar de la salud física y mental de los internos y de vigilar las condiciones de higiene y salubridad, y el cual puede pedir la colaboración de especialistas.

Recuerda que los internos podrán ser asistidos en las instituciones hospitalarias y asistenciales de carácter penitenciario y, en caso de necesidad y urgencia, en otros centros sanitarios. Añade que todos los centros penitenciarios están dotados de un cuarto destinado a la observación psiquiátrica. Y recalca que los centros penitenciarios psiquiátricos solo son para los que han sido condenados por el tribunal, que no es el caso, para cumplir penas privativas de libertad.

Según contaban los vecinos, Abel sufrió un bajón de ánimo tras el fallecimiento de su padre tres años antes, había dejado la FP y cambió. Tampoco quería salir a pasear con el perro. «Llevaba tres años que no era él», indicaba a La Voz una amiga de la madre.