Queman vivo a un gato en Baiona

carlos ponce BAIONA / LA VOZ

BAIONA

El felino se encuentra sedado en una clínica veterinaria después de que le atacasen con un «un soplete o un mechero» y le provocasen heridas por todo el cuerpo

01 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Enésimo caso de maltrato animal en el área de Vigo. Pero en esta ocasión la dureza y el salvajismo de las acciones han provocado estupefacción en Baiona. Cuando volvía a su casa en Pino Manso, una vecina se encontró a su gato quemado vivo y entró en pánico. Lo llevó inmediatamente al veterinario, que procedió a sedarlo inmediatamente ante la gravedad de las heridas, especialmente en la cara. Presentaba quemaduras por todo el cuerpo.

La protectora Bai Sen Pulgas se ha hecho cargo del animal por miedo a que el responsable de este salvaje ataque pueda volver a actuar en la casa donde vivía el gato. «Tiene heridas por todas partes y marcas como si lo estuvieran agarrando fuerte para que no se escapara. Está prácticamente carbonizado», relata Silvia Almeida, una de las voluntarias del refugio.

Bai Sen Pulgas asegura que el agresor utilizó o bien un mechero o bien un soplete para quemar al animal, pues presenta numerosas marcas.

El estado del felino es muy grave. Se encuentra sedado desde que llegó al veterinario para evitar los horribles dolores que estaba sufriendo. «No sabemos si va a sobrevivir», asegura Silvia Almeida.

Penas de prisión

En caso de que el felino fallezca, el responsable de las quemaduras se enfrentaría a una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales. En caso de que sobreviva, el código penal plantea una pena de cárcel de entre tres meses y un año. En este caso, como se ha utilizado instrumental para infligir las lesiones, se enfrentaría a la pena máxima.

El caso ya ha sido puesto en conocimiento de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación a través de su Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).

Las voluntarias de la protectora, que correrá con los gastos veterinarios ante la precaria situación económica de la dueña del gato, ha vivido un infierno desde que vieron al animal en ese estado. «No pude dormir», reconoce Silvia Almeida. Esperan que los vecinos de Pino Manso colaboren con la investigación para poder identificar al culpable. La situación económica del refugio tampoco es la mejor, por lo que solicitan la colaboración ciudadana para hacer frente a los gastos veterinarios, que se prevén elevados ante el crítico estado del felino.

Es el segundo caso de maltrato animal que tiene lugar en Baiona en apenas cuatro meses. La parroquia de O Burgo fue testigo del envenenamiento de felinos. Xosé Álvarez salía por la mañana hacia su trabajo el pasado martes cuando vio a un gato que temblaba, pero no le dio importancia. Sin embargo, cuando volvió para su casa, se encontró a ese animal muerto. Fue cuando comenzó a sospechar que podría haber sido envenenado, y el veterinario le confirmó su teoría. En total, se encontró con cuatro animales muertos, la mayoría de ellos cachorros. Todos en apenas una semana y en una zona muy concurrida por niños.