Las medusas venenosas llegan a Baiona y Nigrán arrastradas por las corrientes
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BAIONA
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Los expertos advierten del peligro de tocarlas, también para las mascotas
18 feb 2021 . Actualizado a las 01:52 h.El último temporal ha llevado hasta Baiona la temida carabela portuguesa. Esta medusa falsa -aunque su picadura duele y escuece como si lo fuera, no lo es exactamente-, lleva meses apareciendo en arenales del norte gallego y de Pontevedra, pero es la primera vez que se confirma su localización en O Val Miñor. Lo ha hecho el baionés Ángel Cabrita, estudiante del Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), de A Illa de Arousa, que ha descubierto al menos una docena de estas colonias de diferentes organismos con apariencia de medusa, en la Playa de los Cristales. «Vi en las noticias que estaban apareciendo en algunas playas gallegas. Me llamó la atención encontrarme con ellas aquí y di aviso a Protección Civil para que las retiraran y no hirieran a nadie», explica.
Fue el viernes por la tarde y las localizó en la playa que está más al sur del municipio, casi en el límite con Oia, frente a Cabo Silleiro. Es un hallazgo insólito en la zona pero no en otros puntos de la geografía gallega y los expertos vinculan su proliferación a la sucesión de temporales de este invierno. «Non é excesivamente estraño que cheguen medusas. O raro é que pase en inverno e que sexan tantas carbaledas portuguesas», indica el biólogo Alfredo López, confirmado su presencia también este invierno en Panxón, donde ya habían llegado en el verano del 2014, pero de forma puntual. «Antes, o que máis aparecían eran as que se chaman veleiriños, que son pequerrechos e azuis. A substitución da especie pode deberse ao cambio climático, pero poder sabelo é algo que levará anos», avanza.
El experto de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA), avanza que el procedimiento es similar al de las quenllas y que, de hecho, en ese análisis también se estudiará la vinculación entre las especies. «Fai falta unha sucesión temporal para poder falar de cambio climático. Se esta tendencia continúa cosa anos, podería significar que as augas do océano están máis quentes en latitudes máis altas, pero o da temperatura é, de momento, só unha hipótese», insiste López.
Apunta el caso de las quenllas. «Sempre as houbo pero nunca que chegaran así tantas, que andaran ata entre os bañistas e que afectaran a toda a costa. Agora, tras catro ou cinco anos, podemos supor que se debe a cambios nas temperaturas oceánicas, pero é prematuro no caso das carabelas porque ten que haber unha sucesión e hai que estudiar moitos parámetros», señala Alfredo López.
En Nigrán, indica, al igual que en otras playas con surfistas, ya están atentos para evitarlas y, si se detecta su presencia, siempre se da aviso. «É moi importante non tocalas e ter especial coidado cos cans. Se pica hai que lavar ben a zona con auga salgada para quitar os restos e ir ó centro de saúde para que o especialista indique o tratamento, xa que depende da especie que se trate», advierte el biólogo.