Aldeas Infantiles se instala en Redondela y O Porriño cultiva tabaco

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

XOAN CARLOS GIL

En Cangas, el marisco deja de venderse a domicilio ya que se obliga a que pase por la lonja

19 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Voz de Galicia siguió con atención durante todo el año 1971 la gestación de la sede de Aldeas Infantiles en Redondela. En el mes de mayo, la corporación local acordaba ceder gratuitamente 50.000 metros cuadrados a la organización de protección a la infancia en A Miñoteira, en la parroquia de Ventosela. La condición puesta por el Ayuntamiento de Redondela era que el plazo de construcción del centro no podía exceder de cinco años, mientras que su finalidad debía mantenerse los treinta siguientes años. El 9 de diciembre se firmaba la escritura de donación y el 22 de ese mismo mes el cine Vigo acogía una función a favor de la organización. No fue la única gran novedad vivida ese año en el término municipal de Redondela. En mayo, el ministro de Obras Públicas inauguraba la nueva estación de ferrocarril.

Al otro lado de la ría, Moaña celebraba haber superado los quince mil habitantes. Con tal motivo, La Voz le dedica un espacio para analizar su economía. Cuenta el periódico que había entonces doscientas mejilloneras, fábricas de conserva, astilleros y empresas de construcción. Y que era una zona rica en vinos, ganadería y productos del campo. Al mismo tiempo, en la cumbre del monte Xaxán concluían las obras del centro emisor de Televisión Española.

Mientras, en la vecina Cangas se modificaban los tradicionales usos de venta de marisco a domicilio. Desde octubre de aquel año, todo el marisco debería pasar por el control establecido en la Marquesina, en el muelle de Massó. La venta se haría directamente en lonja. La cofradía de pescadores recibiría el 2 % de las transacciones.

La vivienda era entonces uno de los aspectos prioritarios. En julio de 1971, eran inauguradas en O Rosal treinta viviendas sociales pertenecientes a la Obra Sindical del Hogar. El municipio rosaleiro también veía aquel mismo mes cómo se inauguraban varios teléfonos públicos.

José Castro ordenaba el asfaltado de todas las calles céntricas de Ponteareas, salvo la plaza Maior, que se dejaba para octubre porque se estaban levantando allí las aceras. Había quejas en la villa debido a que el tráfico de la carretera nacional pasaba por el medio de la localidad. Se esperaba que se pudiese hacer en breve el traslado a la llamada avenida de circunvalación.

A mediados de octubre, el director general del Servicio Nacional del Tabaco acudía a O Porriño para ver la recogida y tratamiento de esta planta que se cosechaba en el municipio. Ramón Beneyto se mostraba muy complacido por la marcha de esta explotación agrícola. La automatización del paso del ferrocarril por esta villa causó gran inquietud en la población.

La Voz de Galicia publicaba el 21 de noviembre de 1971 que el 70 % de los vecinos de Mougás sabían solfeo. Responsable de tan loable conocimiento era la presencia de la banda Unión Musical de Mougás, que había sido creada en 1910.