Cangas, más plata que Messi

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez CONTRAPUNTO

CANGAS

YARA NARDI | Reuters

10 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En Cangas, a los forasteros (madrileños en su mayor parte) se les conoce como jodechinchos, el vapore es cualquier barco que te lleve hasta Vigo (aunque se trate de un catamarán) y la asidés te revela cómo de bueno está el vino. La capital de O Morrazo tiene su propio lenguaje. Es una tierra indómita en la que el seseo y la geada se manejan con sabia retranca. Tiene la gracia de lo auténtico y no presume demasiado. Hace años, su ayuntamiento se sacó de la manga la campaña «Cangas, sol de Galicia» para atraer turistas; hoy, el lema promocional podría ser «Cangas, villa olímpica». Porque este pueblo marinero de menos de 26.500 habitantes se ha traído cuatro medallas de Tokio. Ahí es nada. Más que países enteros como Argentina y la República de Sudáfrica, tantas como Portugal o Grecia. Los piragüistas Rodrigo Germade y Teresa Portela y los porteros Iván Villar y Rodrigo Corrales, de las selecciones de fútbol y balonmano, respectivamente, han contribuido a engordar el palmarés español en los Juegos con tres platas y un bronce. Ya sabemos que estos deportistas que tocan la gloria nos llenan de orgullo cada cuatro años y el resto del tiempo suelen ser ignorados a menos que se suban al podio en campeonatos mundiales y europeos. La cosa está montada así. David Cal es otro cangués ilustre que tras colgarse cinco medallas en tres olimpiadas (algo sin precedentes en este país hasta que le ha empatado Craviotto) sigue esperando por el premio Príncipe de Asturias que un día le regalaron a los amigos Iker Casillas y Xavi Hernández. Y ahí tenemos a Messi, que con su marcha del Barça llena ríos de tinta y de plata, aunque esta última no sea tan de ley. Todo por la pasta. Díganselo a los culés: «A chorar a Cangas».