La concejala de Cangas que dio una tasa de alcohol de 0,84 le dijo a los policías que había tomado «una copa»

La Voz CANGAS / LA VOZ

CANGAS

Iria Malvido presentó este jueves su renuncia en el Concello tras la amenaza del BNG de retirarle las competencias y la intervención de la dirección provincial del PSOE

31 ago 2024 . Actualizado a las 03:27 h.

Iria Malvido, la concejala de Cangas que la madrugada del pasado martes dio positivo al volante, triplicando la tasa de alcohol permitida, se mostró sorprendida ante los policías que le dieron el alto y alegó que solo se había tomado «una copa» en las fiestas del pueblo. Así consta en el atestado que la Policía Local levantó esa madrugada y sobre el que la ya exteniente de alcalde tendrá que rendir cuentas en el juzgado el 17 de septiembre por lo que se considera un delito penal. Los resultados del test que le practicaron los agentes fueron cotejados dos veces, primero con un alcoholímetro normal y después con otro de precisión de la DGT. En ambos casos, la tasa fue 0,84 miligramos por litro de aire espirado (el máximo legal es de 0,25).

Malvido había estado la noche del lunes, festivo local, en el recinto en el que se celebran las Festas do Cristo y poco antes de las dos de la madrugada se puso al volante de su Mercedes. Antes de que una patrulla de la Policía Local pusiera las luces y le diera el alto de la avenida de Galicia, un grupo de media docena de personas la vieron pasar a excesiva velocidad a la altura del paso de peatones de la calle San José, donde el límite está establecido en 30 kilómetros por hora. Algunos vecinos incluso se lo reprocharon, aunque eso no figura en el atestado policial, ya que los agentes estaban más alejados, en lo alto de la calle, cerca de la avenida de Vigo.

La policía le dio el alto al considerar que conducía con «velocidad excesiva» y de forma «errática». Había invadido el carril contrario en la noche de autos. Tras confirmar el positivo en alcoholemia, la patrulla trasladó a la concejala hasta las dependencias policiales para leerle sus derechos por un delito penal y recibió la asistencia de su abogado, al que telefoneó tras ser abordada por los agentes.

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Al día siguiente, la líder del PSOE local no acudió a la junta de gobierno local, que esta semana se pasó al martes por haber sido festivo el lunes, que es cuando se celebra habitualmente. La mayoría de los ediles de la corporación se enteraron de lo ocurrido por los medios de comunicación, también algunos de sus socios de gobierno.

La entonces concejala de Obras y Movilidad no pensaba dimitir. Tras saltar la noticia, se aferró al cargo pese a la lluvia de críticas. Luego, adelantó a sus afines que iba a solicitar la baja temporal en el partido. Malvido solo había comunicado esa decisión a sus colaboradores, apoyos y defensores, al tiempo que pedía disculpas por el «terrible error que cometí», a través de un comunicado. En ningún momento ha querido dar explicaciones en una comparecencia pública.

La junta local del PSOE decidió cerrar filas y apoyarla ese martes, pero los acontecimientos dieron un giro radical el miércoles. Fue entonces cuando el BNG amenazó con retirarle las competencias si no se echaba a un lado. Esquerda Unida, la otra pata del tripartito, también reclamó su renuncia inmediata. La presión continuó con el paso de los minutos y la intervención del secretario xeral provincial del PSdeG, David Regades, que mantuvo una conversación con Iria Malvido que acabó con el anunció de dimisión, que se ha formalizado al fin en la mañana de este jueves.

Malvido llegó a las dependencias municipales a las 11.20 horas acompañada por otra concejala de su partido, Sagrario Martínez, y las abandonó una hora después junto a Eugenio González, portando un gran ramo de flores. Acababa de firmar su renuncia en el Ayuntamiento, extremo que confirmó la alcaldesa del BNG, Araceli Gestido. Ni Malvido ni sus compañeros socialistas hicieron ninguna declaración, como tampoco la hizo la regidora. Solo la edila de Esquerda Unida, Aurora Prieto, mostró su opinión sin censuras. «Quedamos satisfechos de la decisión de la concejala, porque era lo que ya tenía que haber hecho desde el principio por responsabilidad política», manifestó Prieto.

Ahora, falta por saber cómo se va a reestructurar el grupo municipal del PSOE y cómo afectará al gobierno tripartito de Cangas. Esta tarde se reúne la ejecutiva local para decidir quién asumirá el acta y las competencias de Iria Malvido, la única de las tres concejalas socialistas que trabajaba con dedicación exclusiva. Esta pasará posiblemente a manos de Sagrario Martínez, la número dos de la lista en las municipales, y entrará en la corporación Eugenio González, veterano de la formación en el municipio.