La federación gallega negocia el respaldo de la Xunta, Madrid y Portugal para montar en Covelo un edificio de tres plantas que sirva de apoyo a la Universidad y Meteogalicia
02 ene 2018 . Actualizado a las 17:19 h.El proyecto de observatorio astronómico en la Serra do Faro de Avión, en el municipio de Covelo, precisa seis millones de euros para convertirse en realidad.
Sus impulsores, miembros de la Federación Gallega de Astronomía, están buscando la financiación necesaria con distintas administraciones en Madrid, Santiago y Oporto, donde mantendrán en febrero varias reuniones al más alto nivel para que fructifique un sueño que nació hace siete años, según el presidente del colectivo, Jesús Pérez Bastos.
Covelo es un concello pequeño y disperso. Las luces de las casas donde viven poco más de 2.500 personas producen escasa contaminación lumínica. Está suficientemente alejado de otras grandes poblaciones y a medio camino entre Vigo y Ourense. Por eso es el lugar elegido. Cuenta con condiciones ideales para albergar el que sería el mayor observatorio astronómico de Galicia. El proyecto tiene reservados 3.000 metros cuadrados en el monte de la parroquia de San Salvador de Prado. Una vez cedido el terreno, se necesita el impulso económico de las administraciones. Este no ha cuajado hasta la fecha, quizás porque la idea se pensó antes de la crisis y los coletazos de esta no han dejado levantar el telescopio.
Desde la comunidad de montes de Prado, confían en que se pueda llevar a cabo. No solo porque los beneficios serían notables como destino de interés científico y turístico de la comarca de A Paradanta, sino también por el empleo que generaría.
El centro costaría 6 millones de euros y estaría alimentado por
energía solar y eólica. Además, al no contar la parcela elegida con masa forestal, no hay que efectuar ninguna tala de árboles. Las instalaciones consistirían en un edificio de tres plantas en el que se instalaría una sala de control del telescopio, una pequeña terraza para otras lentes menores, almacenes para útiles y otros materiales y una sala a modo de planetario con capacidad para unas 25 personas de máximo. A estos servicios se unirían áreas para el personal que se encuentre trabajando, como habitaciones o servicios, y también una pequeña tienda de recuerdos y material didáctico.
Entre la instrumentación necesaria figuraría, además de telescopios y otros accesorios, una estación meteorológica automatizada y un ordenador que se conecte con los demás observatorios y pueda servir también en labores divulgativas para las visitas.
El objetivo es que preste servicio a la federación de astronomía y también a otras entidades como la Universidade de Vigo, Meteogalicia y agrupaciones y sociedades de toda Galicia y el norte de Portugal interesadas en la observación espacial.
La mitad de la inversión se la llevaría la construcción del edificio principal, que tendría una planta de casi 400 metros cuadrados. La infraestructura contaría con un sótano para garaje y una entreplanta con sala de exposiciones. En la planta baja se encontraría el planetario, de unos 50 metros cuadrados y servicios varios. En la superior, el edificio tendría una terraza, donde se ubicaría la cúpula, la terraza con los paneles solares que alimentarían el edificio y el punto de colocación de antenas, estación meteorológica y otros servicios.
Según la Federación de Astronomía, serían necesarias tres personas a tiempo completo para atender las instalaciones. Aunque existiría personal de la agrupación o de la Universidad que podría realizar de forma periódica trabajos en la zona, tendría que contar con un astrónomo y dos técnicos para atender las visitas de grupos y turistas. Además hay que mantener el material astronómico e informático, divulgar el trabajo con charlas y gestionar y planificar la utilización de las instalaciones, bajo la supervisión de un grupo gestor que serían el responsable último del centro de Covelo. Los empleados asesorarían sobre el uso de los telescopios menores al resto de personal científico que usarían las instalaciones.