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Condenado un promotor de Gondomar a pagar 3 millones a una comunidad

alejandro martínez GONDOMAR / LA VOZ

GONDOMAR

Alejandro Martí­nez

La sentencia expresa que el edificio flota sobre el agua y se mueve creando fisuras

29 mar 2017 . Actualizado a las 13:14 h.

El juzgado de primera instancia número 6 de Vigo ha condenado a Promociones Colmeiro y Martínez a pagar 3.068.753 euros a una comunidad de propietarios por los defectos constructivos de un edificio de Gondomar. De esta cantidad, un total de 2.198.925 euros deberá hacerlos frente de manera solidaria con la compañía de seguros Caser, con quien el promotor tenía contratada una póliza y a quien el juez hace también corresponsable del pago por los daños estructurales. El fallo absuelve al arquitecto del proyecto y director de la obra, Borja Ramilo Méndez, y a dos arquitectos técnicos y directores de la ejecución material de los trabajos por prescripción al haberse presentado la demanda fuera del plazo en el que estos técnicos podrían haber tenido que asumir responsabilidades. Uno de ello ya ha fallecido.

La urbanización Baixa Redonda fue construida bajo la corriente freática del río Miñor, cuyo caudal se encuentra a unos 50 metros de distancia. Las edificaciones se asientan sobre suelo húmedo. Prácticamente flotan sobre el agua, según se expone en la sentencia. Ninguno de los peritos que prestaron declaración durante el juicio negó la chapuza que supuso la construcción de este inmueble.

El fallo distingue dos tipos de desperfectos. Los más graves son los problemas estructurales derivados de movimientos por la inestabilidad de la losa de cimentación. El edificio reposa sobre el agua y se mueve. Esta circunstancia ha producido múltiples fisuras en elementos constructivos y estructurales y filtraciones en la planta sótano inferior. El origen de esa inestabilidad reside en un error sobre las variaciones periódicas del nivel freático cuando se redactó el proyecto. Esta equivocación desembocó en una valoración errónea de la presión hidrostática sobre el edificio y la tensión efectiva del terreno.

Errores de bulto

Uno de los especialistas que declaró en el juicio destacó que se produjo «un manifiesto error de bulto y que necesariamente debió haber sido advertido el arquitecto proyectista». «Hay un error evidente en el informe geotécnico que dio lugar a todo esto, se calculó como si el nivel freático estuviera a ocho metros cuando está a un metro», consideraron los técnicos. Además de los problemas estructurales, la urbanización también presenta problemas constructivos relativos a filtraciones y humedades, que fueron descritos en los informes periciales aportados a la causa. En este aspecto hay una gran cantidad de partes afectadas dentro de la urbanización. A muchos inquilinos prácticamente les llueve dentro de casa. Se han detectado filtraciones en áticos desde el nivel de la cubierta causadas por defectos en la lámina impermeable, la falta de estanqueidad de chimeneas de ventilación y a la reparación defectuosa de parte del sistema de impermeabilización llevada a cabo a instancia de la promotora, colocando parches de lámina asfáltica incompatibles. Las filtraciones afectan también a esquinas inferiores, el patio interior y galerías desde la cubierta volada debido a la incorrecta disposición de la impermeabilización en los techos en relación con las terrazas adyacentes. El agua también entra en viviendas de la segunda planta desde las terrazas superiores por defectos en la impermeabilización. Además se producen filtraciones por alféizares de ventanas por una indebida inclinación del vierteaguas.

Cuantías

Para estimar el dinero que el promotor debe pagar a la comunidad de propietarios, el juez ha calculado el coste de las reparaciones. El magistrado consideró adecuada la valoración de 869.828 euros para corregir los problemas constructivos relativos a filtraciones y humedades.

Respecto a a la solución que debe darse para reparar la inestabilidad de la losa de cimentación, optó por la que plantearon los vecinos por considerar que arreglaría el problema de manera definitiva. Consiste en la estabilización de la losa mediante pilotes pequeños apoyados en el macizo rocoso y con cabeza de anclaje oculta por una nueva losa que se construiría encima de la existente. Con ello se garantizaría la estabilidad del edificio, «toda vez que en lugar de flotar sobre el terreno apoyaría en terreno firme».

Los demandados proponían drenar continuamente el agua existente bajo la losa de cimentación mediante un sistema de bombeo, realizando para ello seis pozos con sus respectivas bombas y una red de conductos que llevasen el agua a la red de saneamiento. El juez rechazó esta alternativa al no ver con buenos ojos que la seguridad estructural no dependa de elementos electromecánicos. La urbanización se encuentra a pocos metros de la entrada de la villa de Gondomar desde A Ramallosa.

Un edificio polémico levantado en una etapa marcada por la corrupción

La sentencia que condena a Promociones Colmeiro pone la guinda al descalabro judicial del edificio más polémico de Gondomar, exponente de los tejemanejes del gobierno del PP que presidió el alcalde Carlos Silva Mariño, apeado de la vida política tras una condena por prevaricación. La tramitación de esta obra partió de una permuta de terrenos públicos que fue declarada fraudulenta por los tribunales de justicia porque el Ayuntamiento perdía más de 700.000 euros con la operación. Terminó también con la condena al promotor por un fraude de 400.000 euros a Hacienda.

La irregular tramitación de la urbanización de viviendas dio paso a unas obras mal realizadas que perjudica a las personas que compraron pisos desde poco después de estrenarlos.