La mayor protectora del área iniciará el traslado a Gondomar en una semana

GONDOMAR

Proyecto Gato lanza un SOS debido a las deudas por la burocracia y la pandemia
11 jul 2020 . Actualizado a las 21:54 h.Casi año y medio después de formalizar el alquiler de la finca, Proyecto Gato última su traslado del barrio vigués de Coia a Morgadáns, en Gondomar. La mudanza se espera realizar en una semana o dos, como mucho. En principio estaba prevista para enero, pero la obra sufrió varios retrasos y después le pilló la pandemia. Esto ha obligado a la protectora a pagar dos alquileres: el de Coia, de casi seiscientos euros, y 500 a Gondomar.
«Estamos con el agua al cuello, tenemos una deuda brutal, no nos dan las cuentas para pagar los dos alquileres, clínicas y demás, el covid nos paralizó todos los proyectos que teníamos para recaudar fondos y mucha actividad, como la de adopciones, porque no podíamos visitar a las familias interesadas. Nos urge marchar, pero estamos esperando el visto bueno de Medio Ambiente de la Xunta para la fosa séptica especial que hicimos, no queremos tener problemas con Sanidad», explica la responsable Fátima Lago. Confía en que no tarde en llegar para iniciar de inmediato el traslado. De hecho, en este momento la protectora ya está con un pie en Vigo y otro en Gondomar. Hace un llamamiento al voluntariado, para que eche una mano.
En principio, los animales ocuparán solo una de las naves existentes en la finca de mil metros cuadrados. «El espacio ya está preparado, nos han ayudado algunas empresas a acondicionarlo, como por ejemplo, Ribersi, que nos puso materiales de construcción, y Amador Rivas lo destinado al falso techo. Tesla también colaboró en la electricidad», apunta Lago.
La idea es ir ampliando de forma paulatina a medida que se vayan recuperando económicamente. Prestará servicios de guardería y la acogida se extenderá a perros y otros animales. Solo en la nave central de Morgadáns cuenta ya con el doble de espacio o más que en la ubicación en Coia.
La finca suma una extensión de 20.000 metros cuadrados, que permitirán a los animales permanecer en el exterior cuando el tiempo lo permita.
En la actualidad la protectora tiene sobre 350 gatos en acogida, de los que más de doscientos están en el refugio y el resto en casas de acogida. No solo atiende animales de Gondomar, sino de municipios de toda el área metropolitana, desde A Cañiza, Crecente, Arbo y Ponteareas hasta Nigrán y Vigo, por citar solo algunos ejemplos. Su labor tampoco limita a la simple acogida, sino que realiza controles de las colonias felinas, castraciones y campañas de sensibilización, además de medidas terapéuticas.
En el 2019 estableció un convenio con Gondomar por el que el Concello colabora con una ayuda de 4.000 euros anuales, un acuerdo que espera renovar este año.
El hecho de establecerse en ese Concello fue por pura casualidad. Todo empezó con la acogida de un felino que había recibido cincuenta perdigonazos en Morgadáns. Proyecto Gato lo atendió, le buscó un hogar de acogida y el animal fue bautizado como Morgan.
«Eso fue como una señal, la Policía y la Guardia Civil se portaron muy bien y se logró encontrar al responsable y hacer que pagara una multa por un hecho tan deplorable. A raíz de eso el Concello de Gondomar contactó con nosotros y todo fue surgiendo. Tiene interés por estos temas», comenta Fátima Lago.
Una de las metas de Proyecto Gato es conseguir llegar al abandono cero, pero sus responsables saben que ello requiere aún de muchas campañas de sensibilización.