La viguesa quemada por su expareja en Valadares despierta tras un mes en coma, pero continúa hospitalizada

Yohanna Comesaña, la joven de la parroquia viguesa de Valladares quemada por su expareja, despertó tras cerca de un mes en coma, pero continúa hospitalizada debido a su estado de salud. La mujer, de 29 años, despertó hace unos días tras inducirle el coma debido a la gravedad de sus heridas. Por ahora, continuará en el hospital por tiempo indefinido aunque, según insisten, su situación mejora día a día.

Los hechos ocurrieron a principios del mes de septiembre, cuando la víctima salía de su domicilio a primera hora de la mañana y su expareja, Borja Rial, la abordó y la roció con gasolina antes de prenderle fuego. La mujer consiguió apagar ella misma las llamas y sus gritos alertaron a los familiares; posteriormente, fue trasladada a la Unidad de Quemados de Povisa, donde quedó ingresada con quemaduras en el 35 % del cuerpo.

Mientras, el hombre, de 41 años de edad y vecino de Gondomar (Pontevedra) fue detenido poco después por agentes de Policía, a los que llegó a enfrentarse e intentó agredir con una botella de cerveza.

Por estos hechos, el juzgado de Instrucción Número 1 de Vigo, en funciones de guardia, decretó el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de Borja R.R., investigado por un supuesto delito de asesinato en grado de tentativa. Ante el juzgado, el detenido se acogió a su derecho a no declarar.

El juzgado de guardia acordó inhibirse en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo, dado que investigado y víctima mantuvieron una relación sentimental. El agresor cuenta con antecedentes policiales por tenencia ilícita de armas.

Antecedentes

El hombre ya había sido detenido en el 2010, cuando su entonces pareja, Isabel Solla, de 24 años, apareció muerta de un tiro en la cabeza en Vincios. Inicialmente todas las sospechas cayeron sobre él. Ingresó en prisión provisional por tenencia ilícita de armas y su posible relación con la muerte, sin embargo diez días despué fue puesto en libertad porque la prueba de la parafina solo halló restos de pólvora en las manos de la mujer, y ninguna en la suya. El procedimiento judicial se cerró como un suicidio. Pero el pasado de Rial también incluye antecedentes de la Guardia Civil por tráfico drogas o malos tratos en ámbito familiar. 

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