Tras más de una década de sangría, el padrón gana 54 nuevos vecinos de hasta diez nacionalidades distintas
29 abr 2022 . Actualizado a las 11:16 h.Mondariz ha conseguido el primer repunte de su curva poblacional en una década. La sangría, con pequeños picos aislados, era constante desde que comenzó el siglo y el padrón entró en caída libre tras años de crecimiento vegetativo negativo por el envejecimiento de su población. Los nuevos datos son alentadores. No solo revelan la llegada de nuevos vecinos al municipio, sino que evidencian su atractivo fuera de las fronteras nacionales.
«É a primeira vez que a tendencia se inverte en moito tempo. No 2021 gañamos 54 veciños e este feito ten que ver coa calidade de vida do municipio», asegura su regidor, Xosé Emilio Barros. El dato es aún más positivo ya que se trata de un pequeño concello que pasa de 4.394 a 4.498 vecinos. Mondariz consigue ganar población gracias a los movimientos migratorios puesto que en el 2021, como en ejercicios anteriores, la cifra de fallecimientos triplica la de nacimientos, con 74 y 24, respectivamente.
Mondariz es uno de los receptores del éxodo de la denominada nueva normalidad, que hizo que el área urbana de Vigo perdiera una población que, en conjunto, ganaron los municipios de su área de influencia. En este caso destaca, además, que más de una docena de ellos son extranjeros. Tui, O Porriño y Vigo lideran el ránking de ayuntamientos con mayor población extranjera, pero Mondariz, aún muy de lejos, gana una comunidad incipiente caracterizada por la juventud y variedad de procedencia de sus miembros.
Los últimos ciudadanos en empadronarse proceden de distintos países. «Temos novos veciños belgas, franceses, brasileiros, peruanos, colombianos, mexicanos, chineses ou árabes, entre outras nacionalidades», señala el alcalde. Barros considera que, más allá del movimiento migratorio por el covid, la llegada de nuevos vecinos se debe «ao boca a boca e a que temos un lugar idílico, cunha calidade de vida na que se valoriza o natural».
El Concello trabaja ya en proyectos para continuar atrayendo más población y facilitando los nuevos asentamientos. Entreellos figura un espacio de trabajo colaborativo o coworking en la plaza del municipio o un centro de envasado y transformación de productos vinculados al sector agroganadero en el antiguo matadero.
«Como más sano que nunca, de nuestro huerto»
Entre los recién llegados a Mondariz hay una comunidad de artistas que aportan una gran riqueza cultural por sus diversas nacionalidades. José Francisco Vieira y Giovanni Peixoto son dos de los nuevos vecinos. «El mismo día que conocimos el municipio ya nos empadronamos, porque nos enamoró», indica Peixoto. Eso fue hace justo diez meses. En la elección del lugar en el que esta pareja brasileña ha fijado su residencia tiene mucho que ver otro artista: el autor, productor y director de teatro Roberto Cordovani, fundador de la compañía internacional Teatro Arte Livre, con arraigo en Galicia y cuartel general en Mondariz durante muchos años en la década de los 90. Les ofreció su casa y ellos aceptaron encantados. «Llevábamos dos años en Alemania y queríamos regresar a Galicia, donde ambos habíamos hechos cursos universitarios, porque para nosotros es como un refugio», señala Giovanni. «La pandemia nos pilló en Alemania y nosotros lo que queríamos era naturaleza, una vida sostenible y no depender del sistema», indica la pareja.
En cuanto arreglaron la casa, en la parroquia de Lougares, pudieron mudarse. «Echo de menos el movimiento cultural de Sao Paulo y el transporte público, pero todo compensa porque aquí estoy conectado con la naturaleza y allá no sabía ni por dónde salía el sol», afirma. No tiene dudas sobre la elección. «Me fascina porque en Mondariz es donde me estoy encontrando con la naturaleza. No volvería a vivir en una ciudad porque me encanta esta vida sana, ir a recoger el agua a la fuente y tener que buscar leña en vez de apretar un botón para encender la calefacción», sostiene este joven, ahora mondaricense, graduado en Arte y Teatro, que dirige el taller de expresión corporal que arranca esta semana en la escuela municipal de música. «Ahora como más sano que nunca porque ambos somos vegetarianos y aquí cultivamos nuestro propio huerto y bebemos la mejor de las aguas», concluye este residente en Lougares.