El PP se encamina a la alcaldía de Mondariz: «Lo primero es ver cómo pagar las deudas»
MONDARIZ
AporM prevé abstenerse y Pablo Barcia, virtual regidor, con solo tres ediles, dice que sacará al pueblo «del atolladero»
24 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La corporación de Mondariz elegirá este jueves nuevo alcalde tras la dimisión el bloque de los independientes de AporM tras no conseguir sacar adelante los presupuestos municipales. Su líder, Xoán Carlos Montes, avanzó a este periódico que no se postulará de nuevo y que tampoco respaldará al BNG o al PSOE. Una abstención de los cinco ediles de AporM es suficiente para que el PP asuma el bastón de mando con tres ediles, los mismos que suman BNG y PSOE (dos y uno, respectivamente), porque los populares tuvieron más votos. No hay que dar nada por hecho en el municipio en el que el PP permitió que el BNG lograra la alcaldía en el 2019, cuando se conformó un bipartito con el PSOE encabezado por Xosé Emilio Barros, pero las quinielas hacen alcalde a Pablo Barcia. Empresario y miembro del PP desde octubre del 2022, tiene todas las papeletas para celebrar ya como alcalde su 35 cumpleaños el 5 de octubre.
El líder popular también se muestra prudente. «Creo que no se pueden adelantar mucho los acontecimientos, porque nosotros tenemos 3 concejales frente a 8 de los grupos de izquierda, aunque es cierto que han demostrado que no son capaces de ponerse de acuerdo en nada y por eso aparece nuestra posibilidad», afirma. «Tengo absoluta confianza en mis compañeros y en mí mismo para sacar a Mondariz del atolladero en que lo sumió Calis y AporM», añade.
A 48 horas del pleno, no descarta sorpresas. «No me preocupa un posible acuerdo entre el BNG y AporM porque no gasto un minuto en cuestiones que no puedo controlar ni dependen de mí, pero hasta la fecha han demostrado desencuentros muy fuertes». El líder popular aún no tiene el cuadrante preparado, a la espera de ver el resultado de la sesión, pero sí avanza que intentará gobernar con dedicación completa, como lo hizo su antecesor en el cargo. «Las cuestiones salariales ni las he pensado porque desconozco todavía si seré alcalde, pero lo que es seguro, si el pleno me da su confianza, es que me dedicaré 24 horas al día, en cuerpo y alma, a mi pueblo porque es una oportunidad histórica y los vecinos se merecen la máxima atención».
No le preocupa lo que los otros grupos negocien antes del pleno del jueves, pero asegura que, si gobierna, tampoco se dejara amedrentar por el fantasma de una moción de censura posible numéricamente. «Lo que me parece arriesgado es que Mondariz siga por la deriva actual y, frente a ello, los tres concejales del PP confiamos en nuestro trabajo, en la colaboración que esperamos de los demás grupos, porque así lo manifestaron, y en el apoyo desde fuera de los demás miembros de nuestra lista», defiende. Insiste en «hay que ser paciente y esperar a ver cómo va la investidura, que no se sabe lo que puede salir». Lógicamente, concluye, «no puedo pensar ni temer una censura si todavía no se sabe quién va a ser el alcalde».
Cualquier regidor de una corporación de once ediles y cuatro grupos va a tener que negociar. «Si tenemos el honor y la responsabilidad de dirigir el Concello, tengo plena confianza en que saldremos adelante y que alcanzaremos acuerdos, porque, con todo el respeto a todo el mundo, nuestra actitud y talante no es el de Calis y AporM, que se caracterizaron por una excesiva prepotencia».
Tiene muy claro, en todo caso, la hoja de ruta si asume el sillón pasado mañana. «Lo primero es ver cómo están las cuentas y tomar decisiones rápidas y eficaces para comenzar a sanear el concello y, a continuación, comprobar el estado de carreteras y pistas y de los demás servicios públicos para comenzar a actuar para evitar su deterioro», sostiene.
Sobre la mesa, un ejercicio sin presupuesto y una advertencia de intervención por parte del Estado. «Lo primero que hay que hacer es ver cómo pagar las deudas heredadas con un plan serio, pero si conseguimos gestionar y negociar el pago a proveedores, los presupuestos pueden no ser tan urgentes», entiende. Sobre la intervención del Estado señala que «ya nos tiene medio intervenidos, porque nos detrae parte del dinero mensual que para pagar facturas que el gobierno saliente no fue capaz de satisfacer».
Mantiene que la situación del Concello es «malísima porque llevamos una década de despilfarro que provoca que no haya dinero para pagar las obras, servicios y trabajos que contratamos y que los servicios públicos no se puedan desplegar como necesitan los vecinos».
«Aparte de las facturas, creo que hay que centrarse en la red viaria, en la atención de cosas pequeñas del día a día pero que son muy importantes para los vecinos y en conseguir inversiones estratégicas de futuro», argumenta. Apuesta por proyectos concretos. «Sea quien sea el alcalde, a mí me gustaría mucho que Mondariz tuviera una escuela infantil para ayudar a las familias a conciliar y a que los niños estén atendidos en su propio pueblo».