
El Natación Mos ha incrementado su exigencia desde la llegada de Luis Alberto Pereira «Xouba» al club, hace nueve años
26 sep 2018 . Actualizado a las 19:12 h.La vida de Xouba es acuática. Desde pequeñito se pasaba horas nadando en la piscina del Náutico; se formó como buzo profesional; trabaja con su barco extrayendo recursos marinos, desde navaja de mar a erizos, para la Cofradía de Vigo; y cuando acaba la jornada laboral deja atrás el mar abierto para sumergirse en la pileta de Mos, donde desde hace nueve años entrena a los miembros del club de natación que lleva el nombre del municipio.
Pocos saben que tras el apodo de Xouba se encuentra Luis Alberto. El entrenador tenía cinco años cuando un compañero de natación le rebautizó. «Era muy pequeño y nadaba muy bien, por eso un amigo me llamó así. A mí no me gustaba nada mi nombre, Luis Alberto, así que estaba feliz. Desde entonces todo el mundo me llama Xouba», explica. «Vengo de una familia de siete hermanos y cuando éramos pequeños a mi padre se le dio por la natación; unos nos dedicamos a nadar, otros a la sincronizada... todos fuimos nadadores del Real Club Náutico de Vigo. Cuando acabamos nuestra carrera deportiva, el que más y el que menos se dedicó a los entrenamientos de natación. Mi hermana mayor es entrenadora nacional y estuvo en el Náutico, la pequeña entrena sincro también; siempre fuimos entrenadores, socorristas...», describe.
Xouba nadó hasta que tenía unos veinte años y luego comenzó a entrenar. Le apasionaba. Cuando hace nueve años el Club Natación Mos buscaba un técnico, contactó con él, y la respuesta fue un sí rotundo. «Cuando llegué, yo venía de un club puntero a nivel gallego y en Mos me encontré un club más pequeño y sobre todo un concello en el que los niños tenían muchos problemas para ir a entrenar porque no hay transporte público», describe. Xouba comenzó a trabajar, a elevar el nivel y a realizar actividades de captación, y «de los 18 chavales con los que empecé, ahora estamos en 50. La gran diferencia fue que antes entrenaban tres días semanas una hora y hacían 3.000 metros al día, y ahora están haciendo entre 25 y 30.000 a la semana. El nivel subió mucho», celebra.
En el club pasaron de «tener casi unos cursillos muy avanzados», dice Xouba, a enfocarse en buscar competir a buen nivel. «Yo empecé a trabajar con ellos, entrenar y entrenar, a pedir cada vez más horas al concello para darnos más espacio y más tiempo, y fuimos creciendo. Ahora intentamos tener nivel gallego». A lo largo de la temporada, el principal reto del Natación Mos es conseguir meter a un buen puñado de deportistas en los Campeonatos Gallegos. «Cuando yo empecé teníamos dos niñas y este año hemos metido casi 25 o 30 chavales», ejemplifica.
La clave de la evolución, dice Xouba, está en el trabajo y en los medios. De la mano del Concello han conseguido disponer de más espacio y más horas en la piscina para que los nadadores entrenen, y los chavales han ido incrementando su exigencia. Entre las consecuencias de esa apuesta están un buen puñado de medallas en los autonómicos y también la participación de dos deportistas del club en el Campeonato de España.
Aunque los resultados hablan de por sí solos y el club ha crecido en número de nadadores durante los últimos años, Xouba no se resigna y quiere más. Cree que alcanzar los 60 deportistas sería un buen éxito, y para conseguir incrementar la cifra de integrantes siguen una doble vía de captación. En el mes de mayo organizan el campeonato Val da Louriña en el que participan colegios de la zona, y a mayores ofrecen la posibilidad de integrarse en el club a los que acuden a los cursillos de natación que se imparten en la piscina.