Jesusa Ramilo Cruces era una mujer vitalista, luchadora y con un gran familia
23 mar 2023 . Actualizado a las 11:03 h.Vitalista, luchadora y trabajadora. Jesusa Ramilo Cruces, la abuela de Mos, ha fallecido, como vivió, rodeada del amor de una familia que fundó con su marido Evaristo Alonso Alonso, jubilado de Fenosa y exconcejal de la corporación municipal, del que había enviudado hace once años. Jesusa falleció ayer y será enterrada en la iglesia parroquial de San Pedro de Cela.
El 8 de septiembre había cumplido 104 años y, con una insuperable salud emocional y mental, explicó a La Voz cómo se se encontraba, arropada siempre por su hija Mercedes y su yerno Urbano, así como por sus nietos Manoli y Piño. Ya tenía también dos bisnietos y esperaba haber podido conocer a algún tataranieto. Siempre sonriendo y con humor, Jesusa aseguraba que el secreto para tener una vida longeva era «comer bien y de todo, mantener siempre la serenidad y trabajar mucho» y lo hacía mientras doblaba calcetines porque el mejor alimento para su salud era su familia. Trasnochaba hasta la una de la madrugada para ver la tele con su hija Mercedes y su nieta Manoli porque lo que más le gustaba a esta trabajadora mujer, reconoció entonces, era «reír, estar de fiesta y las reuniones con la familia». Quedó huérfana de padre cuando aún no había cumplido los 20 años en el atraco que sufrió cuando iba de camino a la feria de Tameiga y poco después falleció por enfermedad uno de sus diez hermanos.
Además de su vitalidad y su eterna sonrisa, Jesusa conquistaba a todos por una extraordinaria memoria que le permitía recitar decenas de refranes y versos. «Nos queda la casa vacía», explicaba hoy su nieta, si bien el amor que Jesusa infundió en toda su familia seguirá siempre vivo en ellos. Han querido agradecer especialmente la atención y cuidados de sus doctoras Irene Valle y María, de su enfermera Enma y de sus cuidadoras Bea, Isolina, Elena, Isabel y Meli.