Una pareja de Nigrán detenida con 24,5 kilos de heroína afronta de 6 a 9 años

Javier Romero Doniz
J. ROMERO VIGO / LA VOZ

NIGRÁN

Penúltimo alijo de heroína decomisado en Galicia, en abril del este año. Dos zulos en un coche con diez kilos cada uno. Los agentes no tardaron en localizar el porte a ambos lados de los asientos traseros del Citroën C4 utilizado para viajar al centro de Europa y volver en 48 horas. En esa ocasión, el decomiso fue también de grupo II de la UDYCO de la Policía Nacional en Pontevedra.
Penúltimo alijo de heroína decomisado en Galicia, en abril del este año. Dos zulos en un coche con diez kilos cada uno. Los agentes no tardaron en localizar el porte a ambos lados de los asientos traseros del Citroën C4 utilizado para viajar al centro de Europa y volver en 48 horas. En esa ocasión, el decomiso fue también de grupo II de la UDYCO de la Policía Nacional en Pontevedra.

Ambos detenidos siguen en prisión provisional con la instrucción acabada

16 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La operación Matoxo puso en evidencia las fluidas conexiones que existen entre traficantes de la provincia especializados en heroína y los principales mayoristas de esta droga en el Viejo Continente, asentados en Centroeuropa, y principalmente en Holanda; país que ejerce de bodega para buena parte del caballo que se exporta a través de Turquía al resto de Europa. La operación Matoxo implicó la detención de una pareja que se la jugó en un viaje relámpago de Vigo a Centroeuropa para recoger una partida de heroína, esconderla en zulos habilitados específicamente en el turismo y regresar a las Rías Baixas. El trayecto de ida y vuelta duró 48 horas. Fue visto y no visto, pero ambos ocupantes del turismo preñado de heroína nunca intuyeron que la vuelta sería el último que harían en una buena temporada. Ya entrando en el área de Vigo, un operativo del Grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional en Pontevedra los esperaba a pie de calzada.

Ambos ocupantes del coche, José Antonio Blas y su pareja, asesora y socia, Virginia Maceira, fueron sorprendidos en un control de carretera diseñado para no dar opción de huida. Dentro del coche se hallaron ocultos 20 kilos; 10 en la entrañas de cada puerta lateral trasera. A mayores, en un garaje de Nigrán alquilado por los acusados, otros 4,5 kilos de heroína. La investigación la lleva el Juzgado número 5 de Vigo, que ya finalizó la instrucción. La petición de cárcel de la Fiscalía irá de los 6 a 9 años entre rejas para cada uno. Aunque podría aumentar si finalmente se considera que ambos acusados integraban un grupo criminal.

La reconstrucción de las 48 horas previas al resto sitúa a Blas y su pareja saliendo de Nigrán el 31 de marzo del 2023, parando para echar gasolina y poniendo rumbo a los Pirineos. Pasaron Francia, y se adentraron en los Países Bajos. Tal vez llegaron a Alemania. No está claro la coordenada exacta pactada para recoger 20 kilos de heroína de alta pureza repartidos en paquetes de 500 gramos. El Citroën C4 de Blas es modelo cupé. Acabaron el trabajo, despidieron a los proveedores y regresaron a España. Todo en menos de 48 horas. La pareja de traficantes desconocía que ellos y la matrícula de su turismo preñado de caballo llevaban seis meses en el radar del grupo II de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional en Pontevedra. Un equipo especializado en retirar del mercado alijos de heroína. Los números les avalan: 235 kilos en ocho años.

Maniobras sospechosas

El sumario judicial expone que el Grupo II de la Udyco de Pontevedra estableció dispositivos de vigilancia desde la frontera de España con Francia hasta detectarlos. «Los seguimos hasta comprobar que, ya en Galicia, accedían al ayuntamiento de Nigrán», explican en la investigación. Normal, Nigrán era, hasta ese día, su ayuntamiento de residencia. Pero no en una vivienda de su propiedad o alquilada. Vivían en una pensión. El dispositivo detectó que Blas hizo maniobras «raras» con el coche. A los agentes les dio la sensación de que Blas viera algo rato, tal vez detectó la presencia policial. Era el momento de caer sobre ellos. La decisión fue acertada. Conductor y acompañante, al verse rodeados y sabedores de la mercancía que escondían en el vehículo, alegaron: «Venimos de dar una vuelta por Vigo». El recorrido del coche y los seguimientos evidenciaban que mentían. Regresaban de un viaje fugaz a Centroeuropa en 48 horas.

No hizo falta un perro policía. El olfato y la pericia de los agentes bastó para encontrar 20 kilos de heroína escondidos en zulos. A mayores, las llaves de un garaje. Se localizó, accedió con autorización judicial y dentro, en un Citroën C4 igual al usado para viajar a Centroeuropa, otros 4,5 kilos de heroína. Ambos ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial, y no han salido desde entonces.