Tres vecinas de Nigrán crean el grupo de juegos de rol más grande de Galicia

Pedro Rodríguez Villar
pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

NIGRÁN

Lucía, Aurora y Jess fundaron un espacio virtual que ya tiene casi mil jugadores

04 nov 2024 . Actualizado a las 11:42 h.

Xela Arias se sube a un avión de camino a Amsterdam. Quedó allí con la escritora Anke de Vries. Le está traduciendo el libro Belledonne, habitación 16, pero hay una frase que no entiende. Que no puede traducir. Al llegar a la capital de Países Bajos les espera un taxi de camino al «misterio». Así comienza el juego de rol que Lucía Castellano (Nit) escribió para celebrar el Día das Letras Galegas de Xela Arias. Ella es la máster de la partida, es decir, la que organiza, crea, dirige y modera. «O universo», resume Nit. Un juego de rol consiste en ponerse en la piel de los personajes, actuar, decidir y vivir como ellos una aventura que tiene «partes de azar, objetivos e dados de dados de 6, 10, 20 ou incluso 100 caras», explica Jes (Lamia Escura) y Nit. Es, en definitiva, un juego que requiere una implicación directa de los jugadores para poder avanzar en la historia. En la partida de Xela, Nit narraba y, a cada poco, las demás jugadoras interactuaban en los escenarios que ella iba relatando. Así hasta completar una partida que puede durar de dos a cuatro horas o años. «Eu empecei unha en 2019 e despois de 196 sesións aínda seguimos xogando», explica Jes.

De sus partidas han hecho publicaciones y también han creado manuales para ayudar a dibujar los universos de nuevas historias. Aurora Grandal (Mentachan), por ejemplo, es la única traductora que ha traído un manual de rol al gallego. «En galego soamente temos dous libros sobre o rol, o que eu traducín e outro que se escribiu directamente na nosa lingua», explica Aurora. Tanto ella como Jes y Nit, las tres vecinas de Nigrán, son referentes en el ámbito del rol en Galicia. Crearon en 2020 el espacio virtual Galicia Rolera, en el que han reunido a casi 1.000 personas para que puedan jugar a rol a través de un servidor de Discord, una red social de mensajes y videollamadas.

La pandemia, como a todos, las encerró en su casa. Las tres ya habían jugado a rol antes y se habían quedado sin un lugar común donde jugar. Se organizaron y echaron andar un servidor en el que ya se han contado centenares de historias. «É un orgullo ter creado isto», responden. Antes de Galicia Rolera era «complicado» encontrar un sitio donde jugar. El rol se puso muy de moda a finales del siglo pasado, pero antes de la pandemia «o panorama era desértico. Non había onde xogar», indican. Cuando crearon su propio espacio no imaginaban en lo que se convertiría. «Fixemos un lugar de acollida para a xente que quere xogar», explican. En su servidor hay personas de todo tipo y edades. Hay padres de familia que juegan cuando acuestan a sus hijos, jóvenes que desean descubrir nuevos mundos y personas que encuentran en el rol un lugar para disfrutar. Aurora, Jes y Nit reconocen que es «difícil» gestionar todo. «É certo que hai un custo emocional e de enerxía, pero vale a pena», explican. Una de las cosas que más trabajo da es: «Responder siempre a las mismas preguntas», ríen. Como en tantas otras disciplinas, las personas nuevas tienen dudas similares y «nunca revisan o apartado de dúbidas frecuentes».

Cada una de ellas se acercó al rol por vías distintas. Jes lo descubrió en Irlanda. Fue con una bolsa de Galeuropa unos meses y allí conoció a personas que jugaban. Recuerda que «o local onde xoguei por primeira vez, non estaba adaptado á actividade e foi chamativo que as luces foran vermellas, pero logo foi comezar a xogar e disfrutar da historia compartida». Jes descubrió un mundo al que ha dedicado parte de su vida. El rol también le ha ayudado a conocer a personas muy importantes en su vida.

Aurora empezó a jugar de adolescente. Recuerda las partidas en el café de Catro a Catro en Vigo, uno de los epicentros de la disciplina en el área. Después se juntó con un grupo que jugaba de viernes a domingo, pero, por azares de la vida, se alejó un tiempo hasta que volvió a jugar. «Xogar ten as súas etapas. Unhas nas que non estás tan presente e outras nas que o vives con moita intensidade», cuenta. Hoy, «é a miña principal fonte de ocio», indica. Además, comparte afición con Nit, su pareja, que se sumergió en el mundo del rol con ella.

Las tres vecinas de Nigrán también recuerdan que «todas na nosa infancia probamos xa o rol cando soñábamos ou imaxinábamos que éramos superheroínas, criaturas máxicas. ou facíamos xogos baseados na imaxinación» y animan a romper con los prejuicios y descubrir nuevos mundos jugando. Cualquier persona se puede unir a Galicia Rolera a través de sus redes sociales y su grupo de Discord, que «está aberto a todo o mundo».