El Concello dice que solo pagará por el uso de la presa, «ni de lejos 6 millones»
30 sep 2024 . Actualizado a las 16:18 h.«O Porriño no le debe nada a Vigo por consumo de agua porque tenemos una concesión administrativa del Estado de 1994 que nos autoriza a un aprovechamiento del río Oitavén», sostiene el teniente de alcalde, Carlos Martínez. El pleito que mantienen ambas administraciones desde hace 15 años no parece que pueda resolverse a corto plazo y sigue la vía judicial. Contra la providencia de apremio con la que Vigo le reclama 436.000 euros de suministro que se suman, según los cálculos del edil olívico de Hacienda, Jaime Aneiros, a otros 5,5 que ya se adeudan, O Porriño ha acudido también a los tribunales.
«Nosotros solo debemos pagar por el uso de la infraestructura hidráulica, pero, ni de lejos las cantidades que ellos estiman en base a un acuerdo unilateral», insiste.
No ha hecho números, pero sus cifras distan mucho de los casi 6 millones que suma Vigo y que representan casi una tercera parte de su presupuesto municipal. «Solo hemos de asumir el gasto proporcional por el uso de la presa, por la vigilancia del embalse, el mantenimiento y conservación y la recuperación de la inversión. Y lo haremos cuando se determinen con exactitud los conceptos y las cantidades», señala el edil.
O Porriño dispone de un caudal «que ni de broma consumimos en el término municipal», de 500 litros por segundo en base a la concesión del Estado de 1994. Con esa premisa, descartan cualquier paso por suministro. «Vigo no presta ni prestó nunca ningún servicio de suministro de agua a O Porriño como pasa con Cangas, Moaña, Nigrán, Redondela o Soutomaior porque tenemos una concesión por la que disponemos de un caudal», concluye. Están a la espera de que el Tribunal Económico Administrativo Regional de Galicia les dé traslado de la reclamación que presentaron contra el último apremio de Vigo.
La lectura de la última sentencia del TSXG dista mucho de la de Vigo. Según Caballero O Porriño tiene una deuda de 5,6 millones por el canon del agua «que no quería pagar y que ahora está obligado». En O Porriño sostiene que el auto del alto tribunal no se mete en cantidades ni en conceptos y «solo ratifica la decisión en primera instancia de no aceptar la revisión del acuerdo de plenario por el que Vigo aprobó en 1998, y de manera unilateral, el importe de la participación de O Porriño en los gastos de recuperación de la inversión, vigilancia y mantenimiento».
Sea cual sea el importe, la factura sigue subiendo por falta de acuerdo. El Concello defiende su voluntad de «zanjar de una vez el problema sentándonos a hablar y resolviendo la situación de manera beneficiosa para ambas partes». Pese a las buenas intenciones, la maquinaria jurídica continúa en marcha para reclamar también lo que Vigo pide por la amortización de la recuperación de la inversión que hizo Aqualia hace treinta años. «Obras sobre las que O Porriño nunca supo porque Vigo no le aportó nunca la información o documentación que se le requirió», dicen.
Pretenden sentarse para «desencallar el problema e intentar llegar a un acuerdo», pero son posturas muy distantes y el único cara a cara fue en el 2009, estando el BNG en el gobierno. «Como muestra de buena voluntad se hizo un pago, pero se les indicó que pretendían cobrar sin información y documentación y Vigo lo entendió», dice Martínez. Parece que fue la última vez que hubo acuerdo, porque a partir de ahí los desencuentros se sucedieron en los juzgados, aunque en el 2012 hubo otros dos pagos, estando Nelson Santos al frente «porque eran facturas ya conformadas»
O Porriño asegura que no pagará el agua a Vigo hasta que se establezca «cuánto, cuándo y cómo». Según su punto de vista, se corresponden con los gastos de la infraestructura desde 1998 hasta el 31 de diciembre del 2013 ya que en enero siguiente, la competencia pasó al Consorcio de Augas do Louro. «El consejo de dirección acordó en dos ocasiones solicitar una entrevista en Vigo para iniciar un acuerdo de colaboración, pero nunca se recibió respuesta», alegan.