A Guarda, O Rosal y Caminha urgen que la cumbre ibérica aborde el dragado del río Miño

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

O ROSAL

Cámara Caminha

Los alcaldes advierten de los riesgos para la seguridad y la navegación en el estuario

06 oct 2024 . Actualizado a las 01:07 h.

El dragado del Miño, donde están en riesgo hasta las operaciones de rescate en su desembocadura, es una cuestión de Estado. Así lo consideran los alcaldes de las principales localidades ribereñas del entorno, que han suscrito y enviado un oficio conjunto al primer ministro de Portugal, el conservador Luis Montenegro, solicitando que incluya en el orden del día de la cumbre ibérica que se celebrará el miércoles 23 de octubre. El documento está firmado por los alcaldes de A Guarda y O Rosal, Roberto Carrero y Ánxela Fernández, respectivamente, y su homólogo luso Rui Lages, al frente del gobierno de Caminha.

El regidor luso fue el que esta semana advirtió sobre la gravedad de la situación, aunque los tres trabajan de manera conjunta desde hace meses para intentar buscar una salida a la acumulación de depósitos en el cauce del Miño. Más separados que nunca físicamente porque el ferri tampoco puede ya navegar desde hace tres años, pero igualmente unidos, los alcaldes han hecho un frente común ya que la situación es más grave que por la mera falta de un transporte ordinario entre ambas orillas. La acumulación de sedimentos es tal que el ferri Santa Rita de Cassia agoniza sobre un dique de arena. En cuanto baja la marea se vislumbran los áridos que atoran el canal de navegación y que ya suponen además un perjuicio para los pescadores. Está en causa ahora una cuestión de seguridad internacional ya que ambos países tienen jurisdicción sobre el tramo internacional del Miño.

El pleno de Caminha debatió también esta semana la problemática que afecta a profesionales tanto de la pesca como del turismo y se acordó manifestar públicamente la preocupación de los municipios. «Por ser un río internacional, la sedimentación es un problema que requiere compromiso de los gobiernos de Portugal y España, sin solución al alcance de los municipios», defienden los alcaldes. El monto de un dragado crece cada año y ya van doce desde que se haga una mínima intervención en el cauce.

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